Si bien hay muchas oraciones y letanías para rezar, una forma adicional de honrar el Santo Nombre de Jesús es recitar el Salmo 96.
Aquí hay una versión de este salmo que se puede usar como oración y meditación sobre la bondad de Dios para con nosotros:
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor hizo el cielo;
en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Señor;
aclamen la gloria del nombre del Señor. Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
adoren al Señor al manifestarse su santidad: ¡Que toda la tierra tiemble ante él!
Digan entre las naciones: “¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud ”.
Alégrese el cielo y exulte la tierra.
Aquí otras breves oraciones invocando el nombre de Jesús:
Hay muchas maneras de honrar el nombre de Jesús, por ejemplo arquear la cabeza al escucharlo en señal de reverencia, rezar una breve oración cuando tú u otra persona tomes el nombre de Dios en vano (por ejemplo, "Grande es el nombre de Dios"), decorar algún espacio de la casa con su nombre, adorarle en silencio, con palabras o con música,...