Este 2021 es Año Santo Compostelano, un jubileo especial al estar marcado por la pandemia. Si te planteas hacer el Camino de Santiago, conviene tener en cuenta estos aspectos. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela comenzaron hace más de 1.000 años, durante los que se ha acogido a un creciente número de peregrinos. Este año 2021 es Año Santo Compostelano, pues el 25 de julio, festividad de Santiago apóstol, coincide en domingo. Por culpa de la pandemia de Covid-19, muchos los aspectos de la peregrinación a la Tercera Ciudad Santa de la cristiandad (después de Jerusalén y Roma) se han visto alterados o pueden verse alterados a lo largo de este tiempo.
Para que seamos muchos los que podamos obtener las gracias espirituales de este Año Jubilar Compostelano, el Papa Francisco ha prorrogado este Jubileo un año más, hasta 2022.
La peregrinación es un tiempo de reflexión personal, para la oración, para disfrutar de los compañeros de viaje, de su amistad y del compañerismo entre los peregrinos que vamos encontrando en el Camino. Durante ese tiempo en que vivimos apartados de la rutina, del ajetreo y de las ocupaciones rutinarias, podemos aprovechar para fomentar nuestro crecimiento interior y nuestra renovación espiritual.
Cambios provocados por la pandemia
La ampliación del año jubilar es el primer cambio adoptado debido a las extraordinarias circunstancias provocadas por la pandemia del Covid-19. Así que, si tenemos intención de peregrinar a Santiago de Compostela, disponemos de 730 días. Desde Aleteia os queremos animar a realizar este viaje espiritual a la ciudad gallega teniendo en cuenta estos aspectos que también modifican la forma de peregrinar y los ritos de los peregrinos al llegar a Santiago.
PREPARACIÓN ESPIRITUAL
Antes de emprender cualquier viaje, dedicamos un tiempo para preparar y planificar. Y el Camino de Santiago no va a ser menos. De hecho, debemos prepararnos físicamente, pero también espiritualmente.
Es positivo reflexionar sobre los motivos que nos mueven a realizar esa peregrinación, documentarnos sobre cuál es nuestra meta, en este caso la Tumba del Apóstol Santiago, y recibir la Bendición de Peregrino antes de partir.
Puedes rezar esta oración del peregrino:
Apóstol Santiago, elegido entre los primeros, tú fuiste el primero en beber el cáliz del Señor y eres el gran protector de los peregrinos: haznos fuertes en la fe y alegres en la esperanza, en nuestro caminar de peregrinos siguiendo el camino de la vida cristiana y aliéntanos para que, finalmente, alcancemos la gloria de Dios Padre. Amén.
PLANIFICACIÓN DE LA PEREGRINACIÓN
Ahora ya estamos en disposición de seguir planificando:
- ¿Qué camino?
Debemos decidir qué ruta o Camino escoger, ya que hay 10 rutas diferentes para llegar a Santiago, en qué época del año realizar la peregrinación y cuántos kilómetros estamos dispuestos a realizar.
- ¿Cuándo?
Lo mejor es realizar el Camino en primavera, el sol es más soportable y si vamos a realizar el último tramo por Galicia para llegar a Santiago, en esa estación no llueve demasiado. Aunque en Galicia, las borrascas son muy frecuentes.
- Aplicación para el móvil
Es posible encontrar información actualizada sobre cómo planificar las etapas gracias a varias aplicaciones para teléfonos móviles. Por ejemplo “Camino de Santiago” del Instituto Geográfico Nacional, desarrollada en colaboración con la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.
- Manténte informado
Debido a las circunstancias sanitarias actuales, es muy recomendable consultar la actualidad reciente sobre la restricción de movimientos y confinamientos concretos que van a condicionar nuestro viaje. En esta web de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago nos facilitan todo tipo de datos actualizados.
PREPARACIÓN FÍSICA
Hacer el Camino de Santiago requiere un esfuerzo físico considerable, ya que estamos hablando de realizar diversas etapas de unos 20 a 30 km diarios durante unos días. Un ejercicio al que nuestro cuerpo no está habituado.
Por esta razón es necesario un entrenamiento previo durante los meses anteriores en los que debemos tonificar y fortalecer nuestros músculos, básicamente de las piernas, pero también de la espalda, ya que llevaremos el peso de la mochila. Por ejemplo, podemos realizar caminatas diarias en diferentes terrenos, aumentando de forma gradual en tiempo y dificultad.
Primero daremos cortos paseos por terrenos llanos y, progresivamente, iremos aumentando los kilómetros y variando el tipo de terreno. Para fortalecer la espalda, podemos cargar una mochila o levantar peso.
MOCHILA
La mochila va a convertirse en nuestra fiel compañera, donde vamos a guardar y transportar todas nuestras pertenencias durante días, así que debe ser adecuada a nuestro peso y tamaño.
Un truco para diferenciar la nuestra del resto es que tenga un color destacado o colocar algún distintivo fácilmente reconocible. Es importante que tenga diversos compartimentos, para distribuir convenientemente el contenido y saber en todo momento donde encontrarlo.
Igualmente, es fundamental hacer bien la mochila: saco de dormir en el fondo, objetos ligeros y de más uso en bolsillos laterales, documentación en la parte superior,.. Y no olvidar gel hidroalcohólico, guantes, y mascarillas.
La Asociación de Municipios del Camino de Santiago (AMCS) aconseja en este video llevar estos objetos considerados “los imprescindibles del Camino para hacer un Camino Seguro” .
ROPA Y CALZADO
Como hemos dicho antes, quizá la mejor estación para realizar nuestra peregrinación sea primavera o verano. Así también nos ahorraremos llevar ropa de abrigo que pesa y abulta demasiado.
Lo mejor es llevar pantalones de deporte cortos y camisetas técnicas, ya que son ligeras y se pueden lavar y secar rápidamente. También llevar un jersey o sudadera polar, que abriga por las noches. Y una capa de agua, por si en un momento dado cae un aguacero.
Por supuesto, ropa interior para varios días, bañador, un buen sombrero o gorra con alas para que nos proteja del sol y gafas de sol.
Respecto al calzado, llevar siempre uno que ya esté usado. Nunca estrenar el calzado en una caminata larga, porque nos puede producir rozaduras y ampollas. El más adecuado son las botas de trekking, de media caña, que nos sujete bien el tobillo y las podamos ajustar con los cordones, pero sin apretar demasiado. No olvidarnos de las chanclas o sandalias para los momentos de descanso.
Por último, los calcetines mejor sin costuras, que sean lo más transpirables posible, porque nos interesa llevar siempre los pies totalmente secos.
BOTIQUÍN
Durante la realización de las etapas es probable que suframos algún tipo de percance, así que mejor llevar un pequeño botiquín. En el caso de que necesitemos algo más específico, en el Camino podemos encontrar farmacias o asistencia sanitaria.
En primer lugar, debemos incluir artículos para el cuidado de los pies: tiritas o apósitos (las mejores son las Compeed), Betadine u otro desinfectante, alcohol, esparadrapo, agujas de coser para eliminar posibles ampollas y alguna venda. Lo mejor para evitar las ampollas es hidratar los pies con crema o con vaselina antes de empezar a caminar.
Además, llevaremos también aspirinas u otro analgésico, como el paracetamol, antihistamínicos (mejor en barra) para aliviar las picaduras de insectos, antidiarreico (a veces mezclar agua de diferentes fuentes nos puede sentar mal) y crema antiinflamatoria para dolores musculares.
Y por supuesto, crema solar y crema hidratante.
ALIMENTACIÓN e Hidratación
Haciendo el Camino de Santiago hacemos un ejercicio extraordinario y quemamos muchas calorías. Por esta razón es importante cuidar nuestra alimentación y beber muchos líquidos.
La primera ingesta del día será el desayuno, y también el más complicado, ya que en ocasiones los albergues en los que nos hospedamos no sirven desayunos temprano y cuando salimos a caminar, aún no han abierto o simplemente, no tienen servicio de bar. Así que lo mejor es que nos aprovisionemos bien en algún supermercado o tienda del lugar de zumos, pan, algún lácteo y queso y fiambres, para comer algo antes de salir.
Durante la etapa del día, es bueno pararse 5 ó 10 minutos a descansar cada hora o dos horas. Es el momento para tomarnos alguna pieza de fruta, chocolate, barritas energéticas o frutos secos. Dejar el bocadillo o la tapa para el momento del almuerzo.
Una vez finalizada la etapa, haremos la comida principal del día en algún bar o restaurante de la población final a la que lleguemos. En este tipo de establecimientos suelen tener un menú del peregrino a un precio muy económico.
Por la tarde, lo más indicado es dedicarse al descanso, al lavado y preparación de la etapa del día siguiente y a visitar el lugar con otros peregrinos.
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Por último, la cena debe ser ligera para propiciar el buen descanso. Y así irnos a dormir pronto. Al día siguiente nos esperan, bien temprano, más kilómetros.
BÚSQUEDA DE ALBERGUE
Normalmente los albergues no permiten reservas anticipadas, sino que a medida que van llegando los peregrinos, se ocupan las plazas (siempre tienen preferencia los que vienen andando). Pero debido a la situación sanitaria, este año hay albergues que permiten la reserva online
Y la Xunta de Galicia ha habilitado también una web para realizar reservas en su territorio.
El Consejo Jacobeo ha realizado también una serie de recomendaciones al peregrino ante la Covid-19 que pueden ser muy útiles a la hora de salir de peregrinación, durante la jornada del camino y al llegar al albergue.
Registros y documentación del peregrino
Ya nos vamos acercando a nuestra meta, Santiago de Compostela, y al entrar en la región de Galicia es necesario rellenar un formulario de registro de entrada con el objetivo de proteger la salud de los peregrinos y la de sus allegados. La Xunta de Galicia ha puesto en marcha una serie de medidas higiénico-sanitarias para la prevención de la infección por el virus Covid-19.
Igualmente, se pone a disposición de todos los no residentes en Galicia un teléfono (881 00 20 21) donde los peregrinos con sintomatología relacionada con la Covid-19 pueden ser atendidos sin coste.
Por otro lado, el servicio gallego de salud necesita los datos de los peregrinos para poder asegurarle las medidas de protección desde su llegada y enviarle información para poder hacer más fácil su estancia.
Una vez resueltos los temas administrativos relativos a la salud, al llegar a Santiago podemos dirigirnos a las instalaciones de la Oficina de Acogida al Peregrino donde se reciben a los peregrinos que llegan a la ciudad caminando, en bicicleta o a caballo. Esta Oficina fue inaugurada en 2015 y está situada en la Rúa de Carretas, 33, a pocos metros de la Plaza del Obradoiro.
Es aquí donde ponemos el sello final de la Catedral de Santiago en las “credenciales de peregrino” y donde se expide el certificado tradicional de la peregrinación, la conocida “Compostella”.
La Oficina del Peregrino está abierta todos los días de 10:30 a 18:30 horas, pero para agilizar los trámites, limitar el uso de papel, y evitar colas se ha habilitado un sistema de registro previo online, que deben rellenar los peregrinos con sus datos, en esta web . En momentos de mucha afluencia para recoger la Compostela será necesario retirar un ticket con un código QR que permite comprobar el estado de la fila en tiempo real.
RITOS DEL PEREGRINO
Por fin hemos llegado a la meta: Santiago. Lo primero que debemos hacer es visitar la Catedral. La emoción de muchos peregrinos es visible en la de la plaza del Obradoiro, donde se encuentra su fachada principal y el Pórtico de la Gloria. Podremos entrar al templo a través de la puerta santa, también llamada puerta del perdón, que está abierta exclusivamente en los años jubilares.
Nos dirigimos después al altar mayor y a su derecha encontramos las escaleras para subir a saludar la figura del Apóstol que preside el templo. Por motivos higiénico sanitarios no se puede ahora dar el tradicional abrazo pero siempre podrás rezar una breve oración al verle. Aprovechamos ese momento para darle gracias por su legado, por su evangelización, por su apostolado, en definitiva.
De momento parece que se puede bajar a la cripta, para ver el sepulcro de Santiago, también llamado Hijo del Trueno, que llegó hasta Santiago para que le veneremos y para alentar nuestra fe en Cristo.
A continuación, si es posible, intenta visitar el Pórtico de la Gloria, donde encontraremos también al Apóstol Santiago, en su parteluz. La tradición marcaba que debíamos golpear nuestra cabeza contra esta figura, “Santo dos croques” y meter los dedos en el pilar de mármol que simboliza el árbol genealógico de Jesús. Pero estas tradiciones ya están prohibidas después de los trabajos de restauración del Pórtico, para salvaguardar el patrimonio artístico. Lo mismo ocurre con la tapia que se ponía tras la puerta santa para los años no jubilares cuyo derrumbe cada 7 años dañaba también el templo.
Seguidamente podemos asistir a la Misa del Peregrino que se celebra todos los días a las 12 h y a las 19’30h en la Catedral o en la Capilla del Centro Internacional de Acogida, a las 9’30 en inglés o a las 12 h.
Debido a la pandemia, la Catedral está abierta todos los días de 9 h a las 18’45 para visitas, y el aforo se ha reducido a un máximo de 200 personas a la vez en el interior del templo. Durante las Misas el aforo también está reducido. En la Capilla del Centro Internacional de Acogida, con un aforo máximo de 51 personas, y a las 19:30 horas, con un aforo de 93 personas.
EMPIEZA EL CAMINO DE LA VIDA
Tras duras jornadas de peregrinación, hemos logrado nuestro propósito. Es hora de marcarse otros propósitos y otras metas. Hemos tenido tiempo de hacer examen y de conocernos más, así que es el momento de sanar nuestras heridas acudiendo al Sacramento de la Confesión para reconciliarnos con Cristo y para que Él nos renueve por dentro.
Cuando acabemos la visita, podemos salir de la Catedral por la puerta Sur, la Puerta de las Platerías. Si nos fijamos en la fachada, concretamente en el parteluz, entre los arcos de las dos puertas, hay un Crismón, que simboliza a Cristo. Pero en este caso las letras están al revés: la Alfa se ha vuelto Omega, y viceversa. El fin se hace principio.
“La meta del Camino es ahora el comienzo de otro camino, de la nueva vida que empiezas”
¡Ultreia! ¡Buen Camino!
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