“Para los chilotes uno nace y se despide de esta vida en la Iglesia. Se vive en torno a los templos”, así describe Josefina Vidal perteneciente al comité de adelanto de la Iglesia de Santa María de Loreto de Achao ubicado en la Isla de Chiloé, en el sur de Chile.En el Archipiélago de Chiloé existen más de 150 templos. 16 de ellos cumplieron 20 años como Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco. Estos templos se construyeron con técnicas arquitectónicas únicas en América. Ya que, salvo una, están ensambladas, empalmadas y unidas solamente con madera. También con refuerzos de tarugos.
“Todas las vivencias de los vecinos se experimentan en las capillas, aquí la comunidad comparte todo. Este el centro de unión para muchos; porque ésta no es una casa en particular, sino la casa de todos”, así lo explica Omar Nahuel, presidente del comité de restauración de la Iglesia Natividad de María de Ichuac.
Los patrones o patronas
Para conmemorar los 20 años de las Iglesas de Chiloé como Patrimonio de la Humanidad, el Ministerio de la Cultura de Chile a través de la Subsecretaria del Patrimonio, dio inicio a un nuevo Inventario Público que estudiará y registrará la imaginería religiosa y las prácticas culturales asociadas a los templos, que son el puente directo con la comunidad porque a través de ellas se mantienen vivas las tradiciones y el culto que se da desde la misión.
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En estas tradiciones o prácticas culturales se encuentran los “patrones o patronas” que son laicos que son responsables en todo lo referente a la manutención, aseo, ornato, novenas y que reemplazan al párroco en su ausencia, esto desde el tiempo de las misiones jesuita. También acompañan a la familia cuando muere algún miembro, “yo hace 25 años que soy patrona de Chelín Bajo, cuando fallece alguien yo voy a la casa y rezo con ellos. Después hago la ceremonia hasta llegar a la iglesia para su funeral” relata Rudilda Concha, patrona de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario del Rosario.
San Antonio de Colo
“En las iglesias de Chiloé se fusionan la tradición europea e indígena. Esto se traduce en una religiosidad muy particular y que perdura después desde las misiones hasta el día de hoy” explica Daniela Serra, Jefa Departamento de Estudios, Difusión y Educación Patrimonial – Subsecretaría del Patrimonio Cultural.
Un ejemplo de la arquitectura y tradición chilota es la Iglesia de San Antonio de Colo que fue construida a mediados del siglo XIX por solicitud de las pocas familias que vivían en el poblado, el templo se encuentra cerrado pero siempre hay un vecino que tiene la llave para que pueda entrar.
Las iglesias del Archipiélago de Chiloé, son testimonio de la obra evangelizadora que llevaron a cabo los jesuitas desde su llegada a la Isla en 1608. Fue continuada y enriquecida por los franciscanos. La más antigua es la Iglesia de Achao, que dataría de 1740. La más grande está en Quinchao; y la más sencilla en Colo. También destaca la de Caguach, por ser sede de la festividad más importante de Chiloé, la de Jesús Nazareno que se celebra cada 22 de agosto.