Por la pandemia, se avecina una “catástrofe generacional” para América Latina y el CaribeMayte (5) y Miguel (9), los dos pequeños hijos del matrimonio de Lupita y Luis Miguel Serrano, pasan sus días en la comunidad de El Pozo (en el Estado de Querétaro, México) llevando las mañanas con clases a distancia.
Desde el lunes 23 de marzo, México ha cerrado las puertas de las escuelas. Tras casi ocho meses de la pandemia, no se ve el final del túnel. Su madre, que se ha quedado con ellos en casa, no espera que las escuelas se abran el próximo semestre lectivo.
Las consecuencias, en los hijos de Miguel y de Lupita y en millones de chicos más de México y de América Latina, son todavía imprevisibles. Pero, desde luego, no podrán ser buenas en el proceso educativo y de relaciones sociales de los pequeños.
Desafíos para los más pobres
La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, a través de un informe reciente, mostró que el COVID-19 ha privado a 97 por ciento de los niños en América Latina y el Caribe de una escolaridad normal desde que se descubrieron los primeros casos de la COVID-19 en la región.
Los hijos de Lupita y de Miguel son de los pocos “privilegiados” que pueden seguir su educación a través de Internet y dispositivos móviles. Sin embargo, el aprendizaje a distancia es especialmente desafiante para muchas familias que no tienen esas herramientas.
Este tema, la ausencia de equipamiento, Internet, computadoras, televisión y radio, ensancha aún más la brecha ya no solo entre ricos y pobres, sino entre los que poseen algún instrumento de comunicación digital y los que no tienen absolutamente nada.
Una región rezagada
El informe de UNICEF demuestra que en la mitad de los 36 países que componen América Latina y el Caribe, en la mitad de ellos las aulas permanecen cerradas. Esto significa que cerca de 137 millones de niñas y niños “están perdiendo la educación, y la pandemia no tiene un final a la vista”.
Este fenómeno va a generar una “catástrofe generacional”. Sobre todo porque es muy posible que más de tres millones de menores simplemente ya no regresen a la escuela. Lo que amenaza el futuro de los más vulnerables en esta región: niñas, jóvenes discapacitados, migrantes y niños indígenas.
Los puntos delicados de esta cuestión son varios, según el Informe: Que los estudiantes se pierden el aprendizaje en una etapa crítica del desarrollo, así como la nutrición vital de las comidas escolares, mientras que las niñas están expuestas a la violencia en el hogar y corren el riesgo de un embarazo temprano.
Nuevas oportunidades
“Esta ausencia prolongada de una educación presencial tendrá serias implicaciones para el futuro y el desarrollo de todos estos niños y adolescentes”, dijo Vincenzo Placco, un especialista en educación con sede en Panamá en la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
“No olvidemos que América Latina y el Caribe, como otras regiones del mundo, ya enfrentaban una crisis educativa”, agregó Placco. Se espera que el impacto económico en los países de América Latina y el Caribe reduzca los presupuestos escolares en la región en nueve por ciento. Una reversión dramática al aumento constante del gasto antes de la pandemia, dijeron los investigadores.
Sin embargo, UNICEF insta a los líderes nacionales a aprovechar la pandemia creando escuelas más equitativas e inclusivas que puedan ser más resilientes en crisis futuras. “Realmente creemos que tenemos una oportunidad única en una generación para reinventar la educación”, dijo Placco durante la presentación del informe.
