El Papa Francisco ofrece, por primera vez, un discurso exclusivo a un gobernante. ¿Por qué?
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Era muy esperada la visita de Pedro Sánchez al Vaticano. Muchas son las razones para ello. Se trataba de la primera visita del mandatario español, que dirige un gobierno cuyos miembros no están en muy buena sintonía con el episcopado y la Iglesia.
Se trataba de una visita con muchos condicionantes sociales y políticos. Muchas aristas. Entre ellas y a destacar la posible elaboración de una nueva ley del aborto y una primera ley de la Eutanasia (o Muerte digna), la reforma educativa (con implicaciones para la asignatura de religión y los colegios concertados en su mayoría católicos) y la polémica sobre la situación del Valle de los Caídos tras el traslado de los restos de Franco.
La visita transcurrió sobre los mimbres previstos. Llegada de Pedro Sánchez, su mujer y los diplomáticos acompañantes. 35 minutos de visita privada y foto para dejar constancia del evento. Sonrisa diplomática de Pedro Sánchez y rictus serio del Papa Francisco (no suele ser muy sonriente en este tipo de fotografías).
— Josetxo Vera ن (@resimus) October 24, 2020
Pero el Papa Francisco le tenía preparada una pequeña sorpresa a Pedro Sánchez a la que quizá no estaba preparado. Nadie podía preverlo. Nunca Papa Francisco había dedicado un discurso, unas palabras en la visita de un mandatario y en este caso quizo hacerlo con tres temas fundamentales en su discurso: la nación, la patria y las ideologías.
Papa Francisco es un gran conocedor de la situación política en España y de ahí el pensar que un discurso así, aunque fuera sin papeles, no era improvisado.
Comenzó hablando de la política y rememoraba las palabras de Pablo VI: “La política no es solo un arte sino que para los cristianos es un acto de caridad, ennoblece y muchas veces lleva sacrificios… ¿cierto? De la propia vida… tiempos de privacidad, tantas cosas, por el bien de los demás”
“Y esto es porqué el político tiene entre sus manos una misión muy difícil, muy difícil”, añadía el Papa Francisco con pequeños gestos de aprobación de Pedro Sánchez: “Con tres canales, digamos así. Para con el país, para con la nación y para con la patria. Tiene la misión de hacer progresar el país por la agricultura, ganadería, minería, investigación, educación, arte… el país crezca, que crezca el país, que crezca. Y eso es desgastante ¿no?”. Asentía ligeramente el gobernante español.
En ese momento, tras unas breves palabras sobre la nación el Papa comenzó a hablar de la Patria: “Y quizás lo más difícil sea hacer progresar la patria, porque ahí entramos en una relación de filiación… la patria es algo que hemos recibido de nuestros mayores. Patria, Paternidad. Viene de ahí. Y es algo que tenemos que dar a nuestros hijos. Estamos de paso en la patria. Y construir la patria es lo que yo diría en este caso”.
Para el Papa hacer crecer la patria es lo más difícil de la política: “porque siempre se encuentran como coartadas para eso, coartadas que, disfrazadas o de modernidad o de restauracionismo… los movimientos son varios ¿no? Pero coartadas para que la patria sea lo que yo quiero y no lo que he recibido y que tengo que hacer crecer libremente. Y ahí entran en juego las ideologías”.
“Armar una patria a mi cabeza, a mi mente, a mi idea, no con la realidad del pueblo que recibí y que tengo que llevar adelante, que estoy viviendo”, añadía el Santo Padre.
Papa Francisco recomendó a los presentes un libro: “Síndrome 1933” y recordó el drama de Alemania y lo que ocurrió en Europa “con esa patria inventada por una ideología”. “Porque las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen. Y aprender de la historia. Y este hombre, en este libro, hace un, con mucha delicadeza, un paragón con lo que está sucediendo en Europa. Dice: “Cuidado que estamos siguiendo un camino parecido”. Y vale la pena leerlo”.
Por eso explicó el Papa Francisco quiso decir a los políticos estas palabras: “No es cuestión de maniobras o de resolver casos que todos los días llegan al escritorio del político sino de servicio. En las tres vertientes, de hacer crecer el país, de consolidar la nación y de construir la patria”.
El colofón del Papa vino en forma de soneto de Jorge Dragone: Se nos murió la patria”. Es el réquiem más doloroso que yo he leído y de una belleza extraordinaria. Ojalá nunca nos suceda a nosotros”, explicó.
Se dieron los regalos: Pedro Sánchez le daba al Santo Padre un facsímil del ‘Libro de horas’ del obispo Juan Rodríguez de Fonseca y el Papa Francisco un relieve en bronce patinado que enmarca la figura de una mujer con un niño en brazos que entra en la columna de la Plaza de San Pedro, unas grandes manos entrelazadas en señal de fraternidad y una barca todavía en el agua con migrantes. Como suele ser habitual también le regalaba una copia de sus Encíclicas.
Gracias, @Pontifex_es por recibirme en el Vaticano. Coincidimos en abordar la crisis ocasionada por el #COVID19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario. pic.twitter.com/BMUGUXx2o8
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) October 24, 2020
Todos quedaban contentos y en sendos comunicados el Gobierno Español y la Santa Sede mostraban su cercanía y colaboración. Pedro Sánchez volvía a casa con la ansiada fotografía y el Papa Francisco había podido dedicarle unas importantes palabras sobre la patria, la nación y las ideologías. ¿Un análisis sin más de la política internacional, un sincero consejo o una advertencia ante algún tipo de deriva política detectada por el Papa Francisco? Habrá que ver el recorrido que este discurso tendrá en el futuro de la política en España.