El Pontífice siguiendo las palabras de Jesús invita a huir de cualquier hipocresía y a ser ciudadanos honestos y constructivos.
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El impuesto es una clase de tributo al Estado. Jesús mismo respondió a la hipocresía de sus adversarios que le preguntaron: “¿Es lícito pagar tributo —es decir pagar los impuestos— al César, o no?» (v. 17). En este sentido, “hay que pagar los impuestos”, afirmó el papa Francisco recientemente desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano (ángelus dominical 18.10.2020).
“Pagar los impuestos es un deber de los ciudadanos, así como cumplir las leyes justas del Estado“, afirmó el Papa rememorando las palabras de Jesús: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios …” (cfr. Mt 22,15-21). Precisamente, hospitales, escuelas, universidades públicas, entre otros servicios, se pagan con los impuestos recaudados.
“En esta sentencia de Jesús – sostuvo Francisco – no solo se encuentra el criterio para la distinción entre la esfera política y la religiosa, sino que de ella también emergen orientaciones claras para la misión de los creyentes de todos los tiempos. Pagar los impuestos es un deber”.
En efecto, el Catecismo de la Iglesia Católica (Compendio no. 464), expone que entre los deberes de los ciudadanos respecto a las autoridades civiles, también se encuentra pagar los impuestos.
“Quienes están sometidos a las autoridades deben considerarlas como representantes de Dios, ofreciéndoles una colaboración leal para el buen funcionamiento de la vida pública y social. Esto exige el amor y servicio de la patria, el derecho y el deber del voto, el pago de los impuestos, la defensa del país y el derecho a una crítica constructiva“.
El Papa siguiendo las palabras de Jesús invita a huir de cualquier hipocresía y a ser ciudadanos honestos y constructivos. Ya en pasado el Papa había reflexionado sobre los evasores fiscales: “El corrupto es quien peca, no se arrepiente y finge ser cristiano; quien se lamenta por la escasa seguridad en las calles, pero después engaña al Estado evadiendo impuestos. Con su doble vida, escandaliza”, dice el papa Francisco en el libro-entrevista El nombre de Dios es misericordia (2016).
Cabe indicar, como ejemplo, que la Oxfam ha calculado que alrededor de 14.000 millones de dólares al año no entran al fisco o erario en África. Con esos recursos, 4 millones de niños africanos podrían tener asistencia sanitaria gratuita y con la cifra total cada chico africano podría ir a la escuela.