En un sondeo de escenarios, una firma encuestadora revela que el 89% de las empresas se han visto sacudidas por la cuarentena. Un 10% respira…
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En estos momentos, el mundo entero se devana los sesos para volver sostenible una situación inédita: la parada obligada en las actividades productivas ha constituido un riesgo y un reto. Cada país lo afronta de acuerdo a sus prioridades y en base a sus recursos. Pero los malabarismos que deben mantener las empresas en naciones desprovistas y mal conducidas son de vértigo. No obstante ello, no todo está perdido. Unos sectores se defienden mejor que otros y la razón de ello es parte de la experiencia que pueden aportar.
Recién salido del horno, los resultados de un estudio-análisis arroja luces sobre lo que ocurre en Venezuela: el 89.8% de las empresas se vieron afectadas negativamente por la pandemia. La buena noticia es que el 10,2% de las empresas que han crecido en sus ventas durante la pandemia están ubicadas en todos los sectores. Ello indica, según los expertos, que correctas y oportunas decisiones pueden hacer la diferencia.
Estas interesantes conclusiones corresponden al más reciente estudio de la empresa Datanálisis, el cual que se propuso abordar temas vinculados a la incidencia de la pandemia sobre las ya maltrechas empresas venezolanas. Una economía errática y medidas que tornaron aún más vulnerables a las empresas ante la embestida de virus y cuarentenas están a la raíz de todo el daño infligido por más de seis meses de desaceleración y encierro.
No obstante, una de las aseveraciones más esperanzadoras se centra en el entorno: “El entorno macro puede ser muy negativo- consta en el informe- y, sin embargo, la diferencia entre el éxito y el fracaso no la marcan las variables económicas, políticas ni de salud pública sino las estrategias que se trace la empresa en función de variables de otros entornos”.
La perniciosa volatilidad macroeconómica
Uno de los principales mensajes es que ningún sector puede calificarse como “competitivo” dado que ninguno sobrepasa un nivel de calificación medio. La experiencia sugiere que esta moderada competitividad es producto del deterioro de la economía venezolana a partir del año 1973, con la aparición de la volatilidad macroeconómica, producto del cambio de política petrolera, de la acentuación de la sobrevaluación del bolívar, aparición de la inflación y el mal clima en las relaciones gobierno-empresa.
“Mientras más afectadas negativamente se encuentren algunas empresas por variables del entorno macro, más necesidad tienen de revisar su modelo de negocio, con base en otras variables que sí controlen… o cerrar operaciones lo antes posible”.
En una ficha de 238 respuestas a un cuestionario enviado a varias de las principales empresas ubicadas en cuatro sectores: Primario-Agro y Cría, Secundario-Manufacturero, Terciario-Comercio y Servicios y Tecnológico, el 90% de las empresas señala que el impacto de la pandemia le ha sido negativo.
En medio del caos: 10% positivo
Se observa que entre el 10% de las empresas que reportan impacto positivo-crecimiento en sus actividades durante la pandemia- pertenecen a varios sectores.
“Más importante aún-precisan- empresas del mismo ramo reportan, unas que el impacto ha sido catastrófico, mientras que otras reportan que ha sido positivo, revelando así que no todo resultado empresarial es explicado por un macro entorno en crisis y que, a pesar de él, algunas empresas están aplicando estrategias de mercado, alianzas de abastecimiento y distribución, soluciones a la crisis de financiamiento y a nivel de organización interna que les han dado buenos resultados en medio del caos que las rodea”.
Sobreviven Tecnología y Manufactura
El sector menos impactado ha sido el Sector Tecnológico, seguido por el Manufacturero. Otra de las evidencias es que la gerencia empresarial puede implementar estrategias de mercado, de abastecimiento, financiamiento, distribución, capacitación e internas a la organización que neutralizan, a veces con creces, los impactos negativos de un entorno macro hostil.
La tecnología es clave para responder a la necesidad de sustituir importaciones en un país que dejó de ser rentista y de moneda sobrevaluada. Por lo que ahora necesita desarrollar su creatividad para abastecerse y exportar, por lo que pasa a depender de su cerebro e inventiva y no de sus recursos naturales.
El sector tecnológico obtuvo los mejores desempeños de todos los Índices construidos como parte de este análisis: competitividad, libertades económicas, flexibilidad del modelo de negocio y adaptabilidad a la pandemia; lo que explicaría sus mejores resultados.
Competitividad es la clave
La clave de la competitividad no es competir sino diferenciarse, posicionarse, escoger una Proposición Única de Valor y adaptar a ella el modelo de negocio.
Algo que determina el bajo índice de competitividad es la baja exportación en todos los sectores; “es un punto de atención clave porque, entre las prioridades de la recuperación económica y política de Venezuela está la diversificación de exportaciones y de fuentes de divisas, lo cual es básico para darle estabilidad a una economía muy volátil en función de las variaciones de los precios el petróleo y también es clave para diversificar las fuentes de poder político”. Tampoco hay potencial de Reposición de Mano de Obra ni flexibilidad del Modelo de Negocio.
Importa el Nivel de Desarrollo Tecnológico reportado por sector, el cual contribuye a explicar el nivel de impacto de la pandemia: “A mayor desarrollo tecnológico, menor impacto negativo de la pandemia”.
Sector primario sin flexibilidad
Cabe destacar que el sector tecnológico es el que cumple con holgura con todos los ítems que componen el Índice. En particular, en cuanto al Orden de los Factores de Producción, se observa que está perfectamente alineado con la secuencia más ventajosa: Tecnología, Mano de obra calificada, Capital, Tierra y Trabajo Intensivo. En cambio, el sector menos flexible es el Primario, en el cual el orden de los factores de producción tiende a ser el que menos flexibilidad permite al modelo de negocio.
Libertad económica: un ausente de dos décadas en Venezuela
Ninguno de los sectores cuenta con libertades económicas en Venezuela. La flexibilidad es poco menos que imposible en medio de semejante cuadro. De hecho, Venezuela se encuentra en el penúltimo lugar del Índice de Libertades Económicas por país llevado anualmente por el Heritage Foundation. Esta aberración se debe a la caída sostenida de las condiciones de libertad para hacer negocios ocurrida a partir de 2.000, con la llegada de Hugo Chávez al poder.-
Con información de Datanálisis
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