El Pontífice reza por los padres de hijos homosexuales (vídeo)
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“Nos dijo que el Señor y la Iglesia aman a nuestros hijos porque todos son hijos de Dios. Para mí y para todos nosotros fue una gran luz después de años difíciles y oscuros”, expresó Mara Grassi, creyente, madre de Giovanni, 40 años, homosexual.
Después de la audiencia general del miércoles 16 de septiembre en el Vaticano, Grassi se reunió unos instantes con el papa Francisco y en nombre de la asociación “Tenda di Gionata” le entregó el folleto, “Padres afortunados. Vivir como creyentes la homosexualidad de los hijos”.
Había unos cuarenta padres y madres con hijos homosexuales presentes en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico. El Pontífice mientras saludaba a la multitud de fieles, escuchó que varios le pedían su bendición y sin pensarlo les dijo que rezaba por ellos y por sus hijos (ver vídeo).
El folleto que recibió el Papa en sus manos resume las experiencias eclesiales, no siempre fáciles, de estas familias junto con algunas cartas con peticiones, pero también con protestas de personas consideradas excluidas, a menudo, intocables, parias por las comunidades eclesiales.
Mara Grassi y Agostino Usai, vicepresidentes de la Asociación de padres con hijos homosexuales explicaron al Papa que el objetivo es tender un puente con la Iglesia. Ellos hacen parte del Grupo Parroquial Regina Pacis de Reggio Emilia y del Grupo Davide de Parma, “para que la Iglesia también pueda cambiar su mirada hacia nuestros hijos, no ya excluyéndolos sino acogiéndolos plenamente”.
¿Qué respondió el Papa? “Primero nos dijo que Dios ama a nuestros hijos porque son hijos de Dios. Luego, cuando le explicamos que queríamos ayudar a la Iglesia a llevar adelante un camino para que nadie más se sienta excluido en su interior, que queríamos romper las barreras para alcanzar un camino más acogedor e inclusivo, el Papa respondió que está de acuerdo y que la Iglesia ama a nuestros hijos así como son”, declaró Grassi al diario La Repubblica.
Los padres de familia también le regalaron al Papa una camiseta del arco iris con las palabras “En el amor no hay temor” (1 Jn 4:18). “Miró y sonrió”, narró Mara Grassi al diario Avvenire. Ella tiene cuatro hijos, entre ellos el mayor homosexual.
Grassi le entregó a Francisco el texto de 36 páginas con las historias y los testimonios de padres cristianos que se enfrentan al descubrimiento de la homosexualidad del propio hijo o hija.
El sacerdote Gian Luca Carrega, director de la Oficina de Pastoral de la Cultura de la Diócesis de Turín, Italia, escribe en el prefacio que, por mandato de su Arzobispo, se encarga también de las actividades pastorales para las personas homosexuales y sus familias, que “el suyo es un testimonio sincero de quienes no se limitan a transmitir un mensaje, sino que lo encarnan con su propia vida”.
Padre Carrega considera que la “vida fluye abundantemente en las palabras de estos padres que no han renunciado a su papel en los momentos complejos de su viaje familiar”. Sus palabras son “una petición urgente para escuchar a la sociedad civil y a la Iglesia, para que tomen conciencia de su existencia y no los traten como a extraños”.
Pero también una petición de diálogo y “una denuncia del aislamiento eclesiástico que han experimentado en el momento de mayor dificultad, lo que nos hace cuestionar profundamente el sentido de nuestro ser Iglesia”, escribió el sacerdote. Estos padres se cuestionan: ¿Cómo no amar a un hijo porque es homosexual?
Tres frases del Papa sobre la homosexualidad:
1) ¿Quién soy yo para juzgar a un gay que busca a Dios? 28 de julio de 2013 (durante la conferencia de prensa en el avión de regreso de Brasil, donde tuvo lugar la XXVIII “Jornada Mundial de la Juventud”, Francisco respondió a la pregunta del periodista brasileño Ilze Scamparini, corresponsal de Italia y el Vaticano para la Rede Globo).
“Usted estaba hablando del lobby gay. ¡Mah! Se ha escrito mucho sobre el lobby gay. Todavía no he encontrado a nadie que me dé un carnet de identidad en el Vaticano con “gay”. Dicen que hay algunos. Creo que cuando estás con alguien así, tienes que distinguir entre ser una persona gay y la lobby, porque la lobby no es buena. Eso es malo. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica lo explica de una manera muy hermosa, pero dice: “Estas personas no deben ser marginadas por esto, deben ser integradas en la sociedad”. El problema no es tener esta tendencia, no, debemos ser hermanos (…)”.
2) “Los homosexuales tienen derecho a estar en la familia”. 28 de mayo de 2019 (El Papa Francisco también habla de la homosexualidad en la entrevista concedida a la periodista mexicana Valentina Alazraki del grupo Televisa).
“Irregular” es una palabra que usted odia, y yo también, pero para entenderla. Si pudiéramos convencernos de que son hijos de Dios, eso cambiaría bastante. Me hicieron una pregunta durante el vuelo – después me enfadé, me enfadé porque un periódico lo publicó – sobre la integración familiar de las personas con orientación homosexual. Dije: las personas homosexuales tienen derecho a permanecer en la familia, las personas con orientación homosexual tienen derecho a permanecer en la familia, y los padres tienen derecho a reconocer a ese niño como homosexual, a esa hija como homosexual, no se puede expulsar a nadie de la familia o hacerles la vida imposible”.
3) “Aceptar a los homosexuales no significa aprobar sus actos”. También en la entrevista del 28 de mayo de 2019 con Televisa.
“Cuando ves algunas señales en los chicos que están creciendo tienes que enviarlas, debí haber dicho por un profesional, y en vez de eso salí con un psiquiatra. Titular de ese periódico: “El Papa envía a los homosexuales al psiquiatra”. ¡Eso no es cierto! Me hicieron la misma pregunta otra vez y repetí: son hijos de Dios, tienen derecho a una familia, y eso es todo. Y le expliqué: me equivoqué al usar esa palabra, pero quería decir esto. Cuando noten algo extraño, no, no extraño, algo fuera de lo común, no tomen esa pequeña palabra para deshacer el contexto. Lo que significa que tiene derecho a una familia. Y eso no significa que apruebe los actos homosexuales, sino todo lo contrario”.