Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
"Los mártires de hoy estimulan el trabajo de la Iglesia en diferentes frentes", dice el arzobispo Celestino Migliore, representante del Papa en Francia. Y debido a que ahora hay más mártires que en todos los siglos anteriores, son un "llamado urgente" tanto para la Iglesia como para el Estado: trabajar por la libertad religiosa, pero también la unidad entre los cristianos y la amistad entre todas las religiones.
El arzobispo ofreció estas reflexiones en una meditación publicada por la diócesis de La Rochelle et Saintes el 25 de agosto.
El diplomático fue el invitado de honor de la peregrinación a Ile Madame (Francia), que conmemora cada año el martirio de más de 800 sacerdotes durante la Revolución Francesa.
Desde 1910, cada año en una fecha cercana al 27 de agosto, la diócesis de La Rochelle et Saintes conmemora el asesinato de 829 sacerdotes que se negaron a prestar el juramento constitucional requerido por la Convención y fueron deportados a los pontones de Rochefort durante la Revolución Francesa.
En 1995, el Papa Juan Pablo II beatificó a Jean-Baptiste Souzy y sus 63 compañeros, tras reconocer su martirio.
“Ha habido más cristianos martirizados en el siglo pasado que en todos los siglos anteriores”, y la tendencia no está disminuyendo, señaló el arzobispo Migliore en la meditación.
Ellos representan "un testimonio contra la negación de la libertad religiosa y un llamado urgente a los Estados para que implementen medidas de protección".
Estos "mártires de hoy estimulan el trabajo de la Iglesia en varios frentes, por ejemplo, promoviendo la libertad religiosa, la unidad entre las iglesias cristianas , la amistad entre las religiones del mundo y el poder transformador del perdón en la política ”, dijo.
En Francia, hace 230 años, un mundo nuevo estaba reemplazando la religión y la fe cristiana con un sentido incomprendido de la “razón”, señaló el nuncio con tristeza en una misa celebrada el mismo día.
Señaló un punto en común entre los revolucionarios de 1789, un "régimen político y social que cometió atrocidades contra tantos mártires" y los revolucionarios de todos los tiempos: el deseo de crear un "hombre nuevo" sin límites.
La dulzura de Dios contra el transhumanismo
Con el transhumanismo, está en marcha una “revolución invasiva y galopante, que propone cambiar no solo las condiciones de vida, sino el hombre mismo, a través de la tecnología”, dijo.
Si bien esta situación puede despertar “consternación, ansiedad y (…) temor por el futuro”, el arzobispo dijo que no debemos caer en el “desorden” sino tomar el camino de la “mansedumbre”, verdadera imagen de Dios Creador.
En el séptimo día, según el relato bíblico de la Creación, “Dios descansa”, es decir, “pone un límite a su omnipotencia (…) para dar cabida a la libertad humana”, reflexiona el prelado.
Siguiendo el ejemplo de Dios, los cristianos están invitados a tomar este camino, dijo, y así dejar de pensar en sí mismos como Dios. Entonces, se transformarán importantes actividades humanas como la política, la economía y las finanzas.
La gentileza de Dios “nos lleva a poner un límite a nuestra tendencia a afirmarnos ante los demás, a decidir por los demás, a hablar siempre, a querer tener un control absoluto sobre lo que sucede a nuestro alrededor”, prosiguió el diplomático.
Según él, se trata de “una alternativa eficaz al camino de la violencia, que hoy en día a menudo se ve como la única forma de lograr resultados”.