Hallados dos audios con la voz del poeta, cuando se conmemoran 58 años de su partida. Uno de ellos se titula Hijo mío, dedicado a Juan Luis Panero Blanc, su vástago mayor, y el otro, En las manos de Dios, está incluido en su poemario Escrito a cada instante.
La historia de la poesía española ha dejado al margen, salvo excepciones contadas, la figura de Leopoldo Panero Torbado -Premio Nacional de Literatura en 1949-, uno de los más ilustres poetas místicos del siglo XX, y denominado por algunos rapsoda oficial del franquismo.
Tal vez el apellido Panero suene con más fuerza si nos hacemos eco de las vivencias de sus tres hijos, Juan Luis, Leopoldo María y José Moisés Santiago (Michi), fruto de su matrimonio con la escritora Felicidad Blanc y Bergnes de las Casas en 1941. Los dos primeros fueron poetas y el último se dedicó a otro tipo de escritura. Pues bien, gracias al talento del director de cine Jaime Chávarri, el documental El desencanto (1976) les inmortalizó en su estado más puro. Después le seguiría otro trabajo de igual género y circunstancias, Después de tantos años (1994), a cuyo frente estuvo el cineasta Ricardo Franco, entre otros trabajos fílmicos sobre la peculiar familia.
En los poemas de Panero Torbado de carácter místico, producidos en su última etapa literaria, se perciben ecos de la Biblia, San Agustín, Fray Luis de León, Santa Teresa, Romano Guardini, Zubiri, etc. De hecho, en su Canto personal (1953) hallamos alusiones a su bautismo y a su primera Comunión, y donde abundan las referencias a Cristo y a su Pasión. No en vano, a través de un tono intimista y con una notable perfección formal, el autor consigue transmitir el sentido de su íntima unión con la tierra, la familia y Dios.
Escuchamos “En Las manos de Dios”:
Para Panero Torbado “la poesía era primeramente una revelación del poeta y una iluminación de las condiciones humanas conseguida por medio de la contemplación personal, siempre en la dimensión solidaria”.
Leopoldo Panero Torbado, dueño de un verso undívago, hondo y telúrico -pulsado con la lira del dadaísmo y el surrealismo- nació en Astorga (León) el 17 de octubre de 1909 y su deceso acaeció en su finca de Castrillo de las Piedras (León), el 27 de agosto de 1962. Cursó estudios de derecho en las universidades de Madrid, Valladolid y Oviedo.
En la década de los 30 el poeta viajó a Tours y Poitiers para hacer estudios especiales de literatura francesa. Más tarde ingresó en Cambridge para estudiar literatura inglesa (1935). Su primer poema fue publicado en 1928.
Muerte del abuelo y de su amor
En el año de 1929 fallece el abuelo de Panero -lo cual marca al poeta de por vida- y le diagnostican tuberculosis, suceso que le retuvo ocho meses en el Sanatoriun Royal de Guadarrama, donde se enamoró de una paciente, Joaquína Márquez, que moriría unos meses después. Años más tarde escribió sobre esta experiencia sus Versos al Guadarrama, de su Diario Fantasía (1945), recogido en Obras Completas (1973). En estos poemas se siente la influencia de Antonio Machado.
Así recita él mismo “Desde mi orilla”
La Generación del 36
Se caracterizó por su alto nivel de conciencia reflejado en su manera de confrontar al sistema: no desde “arriba”, ni desde “abajo”, sino desde “adentro” -siguiendo al surrealista Bréton- despertando a través del arte la búsqueda del autoconocimiento. En realidad, se puede decir que su trabajo es una extensión de lo que ya apuntó la Generación del 27, independientemente de su amistad profunda con todos sus miembros.
Al comienzo de la Guerra Civil, Leopoldo fue acusado de recaudar capitales para el Socorro Rojo a causa de una comprometedora epístola dirigida a Pablo Neruda, que terminó con su arresto. Gracias a su madre, la oportunísima ayuda de Miguel de Unamuno y Carmen Polo -esposa de Francisco Franco-, Panero Torbado fue liberado. No obstante, y para poder sobrevivir, Panero debió unirse a las fuerzas nacionales, por lo que injustamente lo denominaron “el poeta oficial del franquismo”, como ya hemos apuntado, motivo por el cual no muchos han decidido ocuparse de su vida y obra.
La muerte de Juan
En 1937, Juan, hermano del poeta, falleció en un accidente automovilístico, asunto que llevó a Panero a una profunda depresión. Tras recuperarse cambió su poesía, abandonando el modernismo. De esta etapa es el poema Adolescente en sombra (1938).
Legado literario
La estancia vacía (1944). El protagonista es un peregrino que busca su refugio en Dios.
Versos al Guadarrama (1945) Recoge la producción poética del autor correspondiente a la década de 1930.
Escrito a cada instante (1949). Su agonía personal busca conciliar la esperanza perdida con una armonía cósmica de contenido metafísico. Con esta obra ganó el premio Fastenrath.
Canto personal (1953) Una réplica al Canto general del poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973).
Desde el umbral de un sueño (1959)
Romances y canciones (1960)
Cándida puerta (1960)
Poesía (1963) Libro póstumo que incluye toda su obra lírica.
Obras completas (1973) Recoge algunos materiales inéditos.