Un gran filme sobre dos defraudadores escolares
Algunas vidas se construyen alrededor de una cadena de mentiras, pero esas mentiras pueden desembocar en el ejercicio del crimen.
La estafa (Bad Education) está inspirada en un caso real, acaecido en Estados Unidos, que nos recuerda un poco a aquel otro caso de Francia que el escritor Emmanuel Carrère convirtió en un libro formidable: El adversario.
Cuando las mentiras son abundantes e inmensas también empujan a llevar una doble vida: por un lado, la cara que esas personas muestran en sociedad; por el otro, sus actividades privadas, que no guardan ninguna relación con el rostro que ofrecen al público.
Una de las cuestiones que subyacen en el subtexto de la película es: ¿cuál es la verdadera identidad de una persona que lleva una doble vida? ¿Frank Tassone era ese superintendente amable, cortés, comprensivo, estiloso y garante de una buena educación o, por el contrario, ese embustero que se quedaba con parte del presupuesto del colegio haciendo pasar sus facturas personales por gastos escolares mientras vivía otra vida alejada de su prestigiosa imagen pública?
La estafa nos sitúa en uno de los momentos de esplendor de la Roslyn High School de Long Island: el superintendente Frank Tassone (Hugh Jackman en una interpretación extraordinaria) y su ayudante Pam Gluckin (Allison Janney, demostrando de nuevo que es una de las grandes actrices de nuestro tiempo) han conseguido que su escuela esté en el puesto número cuatro del ranking escolar del país. Ofrece una educación de calidad y algunas mejoras de peso para las instalaciones.
Tassone es un hombre carismático y adorado por todo el mundo: fue profesor, se sabe los nombres y apellidos de los alumnos (nuevos o antiguos), conoce los gustos de los padres, asiste a un club de lectura junto a las madres, reparte consejos y sonrisas y es un triunfador en regla.
Es el ejemplo perfecto de alguien que se preocupa de verdad por la enseñanza y ayuda al prójimo: sabe que el futuro de un país comienza por un sistema educativo perfecto para los hijos.
Frank lleva años lamentándose de la muerte de su esposa y se niega a establecer nuevas relaciones con otras mujeres. Pam, por el contrario, mantiene una vida familiar y lujosa que no se corresponde con su sueldo: marido, hijos, fiestas, reformas, una casa enorme.
Mientras la escuela aguarda a que aprueben su proyecto de construcción de un puente elevado, una alumna prepara un artículo para la revista escolar en torno a dicha mejora, pero pronto encuentra irregularidades en los presupuestos y detalles que no encajan.
Poco a poco se irá descubriendo la trama oculta: Tassone y Gluckin cargaban a las cuentas del colegio sus gastos personales, que incluían viajes de avión en primera clase, trajes prohibitivos y coches caros, mejoras para sus respectivos hogares… Incluso se inventaban empresas fantasma para que nadie pudiera comprobar los recibos.
Bad Education es la segunda película de Cory Finley como director, tras su celebrado debut con Purasangre, y se ha estrenado directamente en HBO por el cierre de las salas de cine durante la pandemia. Esperemos que esto no dificulte su carrera porque es un estupendo filme que merece unas cuantas nominaciones.
Una de las habilidades del director y del guionista consiste en que van mostrando capas y capas de las mentiras de ambos personajes, como si pelaran una cebolla: y secuencia a secuencia y sin prisa van emergiendo las verdades, y asistimos atónitos a la inmoralidad y a la falta de ética de sus dos protagonistas.
No desvelaremos esos engaños para que el espectador se sorprenda, pero podemos ofrecer un ejemplo: en una escena, Tassone se estudia a fondo las aficiones de los padres, lo que indica que no los conoce en profundidad porque le importen sino porque quiere hacerles creer que está interesado en ellos.
Frank tratará de demostrar que lo primordial es que sus gestiones han conducido al éxito a la escuela, y que su imagen de triunfador es básica para conseguirlo. Pero ha estado robando del dinero del contribuyente y eso es imperdonable: no se puede jugar con el dinero de los demás.
Cory Finley logra convertir este caso real en una película que se mueve a medio camino entre la comedia fina y las sorpresas que suelen deparar las historias de detectives que van sacando asuntos turbios a la luz. Obliga al espectador a reflexionar, lo embruja con el carisma del personaje de Jackman y luego éste lo va decepcionando con sus múltiples falsedades.
Ficha Técnica
Título original: Bad Education
País: Estados Unidos
Director: Cory Finley
Guión: Mike Makowsky (basado en el artículo de Robert Kolker “The Bad Superintenent”)
Música: Michael Abels
Género: Biografía / Crimen / Drama / Comedia
Duración: 108 min.
Reparto: Hugh Jackman, Allison Janney, Geraldine Viswanathan, Alex Wolff, Kathrine Narducci, Rafael Casal, Jimmy Tatro, Ray Romano, Kayli Carter, Annaleigh Ashford, Pat Healy