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“Es hora de cuidar”: Alivio a migrantes y personas sin hogar en Brasil

BRAZIL
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Aleteia Team - publicado el 23/07/20
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Una iniciativa de emergencia en medio de la pandemia del coronavirus Brasil es uno de los países más afectados por el coronavirus no solo de América Latina, sino del mundo. El gigante sudamericano sigue batiendo récords y al día de hoy había más de dos millones de casos confirmados con un número de fallecidos superior a 82.000.

Pero en medio del océano de la incertidumbre y el dolor también surgen pequeños gestos que no trascienden tanto, pero que vale la pena conocerlos. Uno de ellos es el de la campaña “Es hora de cuidar”, iniciativa de la Iglesia en Brasil de la mano de su brazo social, Cáritas, quienes han estado ayudando a familia de migrantes y refugiados, principalmente venezolanos, en lugares como la  Arquidiócesis de Maringá (Estado de Paraná).

La colaboración se da principalmente a través de la donación de canastas de alimentos. Hasta el momento, se anuncia desde la Iglesia de Brasil, se ha recolectado más de 6700 kilos de alimentos, 500 prendas de vestir, mantas, kits de higiene, entre otros.

 

 

Los beneficiarios

Daria y su familia, venezolanos, llegaron a Brasil huyendo de la crisis humanitaria que se vive en su país. Luego de un periplo por zonas fronterizas como Roraima para obtener documentación adecuada, llegó a la zona de Maringá. En este lugar es que Daria y su familia están reconstruyendo sus vidas, prosigue el informe publicado por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).

Daria y los suyos forman parte del grupo de 120 migrantes y refugiados beneficiados con esta colaboración de emergencia en tiempos de pandemia.

En cuanto a cifras de la campaña, que se extiende en varias diócesis del país, se ha ayudado a más 660 mil personas en Brasil (se indica que fueron recolectados hasta el 20 de julio unas 3.500 toneladas de alimentos)

“Ayuda mucho, doy gracias a Dios por el trabajo de mi esposo, pero necesitamos encontrar trabajo para más personas en mi familia”, expresó Daria agradecida, ejemplo de la gota de amor y esperanza que también hay en Brasil en medio de tanta oscuridad (información que difícilmente ocupe grandes cabeceras en los medios). De esta manera, el trabajo continúa, y la acción de gracias se multiplica.

 

 


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