¿Tienen espadas o sables especiales de ángeles?En su carta a los Efesios, san Pablo escribe: “Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio”. (Efesios 6,12)
En otras palabras, existe una batalla espiritual a nuestro alrededor que no podemos ver. Esta realidad es difícil de sondear, pero está confirmada a lo largo de la Biblia, incluso en la vida de Jesús cuando se adentró en el desierto a enfrentarse al diablo. En ocasiones quizás nos preguntemos qué aspecto tiene en realidad esta “lucha espiritual”. ¿Está repleta de espadas, escudos y armaduras o hay sables especiales de ángeles?
¿Cómo combaten exactamente los ángeles a los demonios?
Para empezar, el Catecismo de la Iglesia Católica explica su naturaleza.
San Agustín dice respecto a ellos: “El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel”
El Catecismo de Baltimore afirma sucintamente la misma creencia, con una pequeña aclaración.
¿Qué son los ángeles? Los ángeles son espíritus creados, sin cuerpo, con entendimiento y libre albedrío.
De igual modo que Dios es por naturaleza un espíritu puro, los ángeles son espíritus puros, sin cuerpo. Así, están hechos a semejanza de Dios de una forma que los humanos no están. A menudo se representan a los ángeles con “alas”, no porque las posean, sino porque así se simboliza su velocidad y su función como mensajeros.
Aunque no posean cuerpos como nosotros, son capaces de luchar contra otras criaturas espirituales. El ejemplo más famoso está en el libro de Apocalipsis, donde el Arcángel Miguel expulsa a Satán del cielo.
Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. (Apocalipsis 12,9)
Este pasaje no nos ofrece ninguna idea nueva, más allá del hecho de que los demonios pueden ser “arrojados”. Dado que son puro espíritu, esto no fue un acto físico, sino espiritual.
El filósofo Peter Kreeft ofrece una explicación posible en su libro Angels and Demons [Ángeles y demonios], donde describe cómo se comunican los ángeles entre ellos.
Los ángeles se comunican de inmediato, de mente a mente, sin ningún medio como el aire o los oídos o siquiera palabras: directa telepatía mental.
Una forma de imaginar esta batalla ente ángeles y demonios es como una lucha de intelectos, más que una de espadas. No hay nada material en su contienda, algo difícil de concebir desde nuestro punto de vista. Por eso los artistas siempre han representado a ángeles y demonios de forma física con escudos, espadas y armaduras. Es mucho más fácil para nuestra mente concebir una lucha física que una inmaterial.
No resulta muy emocionante pintar una batalla entre dos criaturas que se parecen más a los electrones que a los humanos.