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Si bien mucha gente está familiarizada con la tradicional bendición de la casa en que un sacerdote invoca el poder de Dios para proteger el hogar y las personas que viven en él, también hay una oración para invocar la protección amorosa de la Virgen María.
La Santísima Madre mira con ternura a todos aquellos que invocan su nombre y nos ama más de lo que podemos imaginar.
Ella escucha atentamente a nuestras necesidades y está lista para envolvernos con su más puro amor.
María comparte el mismo amor que Dios tiene por nosotros, como lo describe Jesús en el Evangelio de Mateo:
"¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos!".
Reza esta corta oración que busca la protección especial de la Virgen María, pidiéndole que bendiga la casa en donde vive tu familia.
Oración
Oh María, bendice esta casa donde tu nombre siempre es bendecido.
Alabada sea siempre María Inmaculada, la siempre Virgen Madre,
bendita entre las mujeres, la Madre de nuestro Señor Jesucristo, la Reina del Paraíso.
Cubre esta casa con el manto de tu protección, Madre de misericordia.
La bella tradición de bendecir
La palabra ‘bendecir’ viene del latín ‘bene dicere’, o sea, ‘decir bien’. Así que podría decirse que, durante los primeros días de Su creación, cuando “Dios vio que era bueno”, Dios habló bien de Su creación, es decir, la bendijo.
La Iglesia puede bendecir -a través de un sacerdote o a través de un laico- a personas (familias, enfermos, misioneros, catequistas, asociaciones, peregrinos…), animales, lugares (casas, lugares de trabajo, campos, locales de asociaciones, seminarios…) y objetos (instrumentos de trabajo, vehículos, instalaciones técnicas, objetos de piedad…).
Puesto que la bendición es un acto litúrgico, es preferible que tenga lugar en un ambiente comunitario: en algunos casos, incluso es un requisito.