separateurCreated with Sketch.

No dejes rastro: el bosque como sustituto del hogar

LEAVE NO TRACE
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
José Ángel Barrueco - publicado el 13/06/20
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

La historia de un padre y una hija que deciden vivir apartados de la sociedad

Tres meses atrás hablábamos aquí de La luz de mi vida, una película dirigida por Casey Affleck que confluye en algunos puntos con No dejes rastro, el nuevo filme de Debra Granick, estrenado hace unos días en Netflix.

En la primera, un padre y una hija se movían por el bosque tratando de sobrevivir después de los efectos de una pandemia que había exterminado a casi toda la población femenina; el padre y la hija trataban de apartarse de la gente porque cualquier fémina era una pieza codiciada.

En la segunda que citamos, también un padre y una hija viven en el bosque y tratan de esquivar a la gente; sin embargo, aquí la realidad no se ha trastocado ni les acechan peligros, aparentemente: ellos han elegido apartarse de la sociedad y vivir según sus propias reglas en los bosques, pernoctando en una tienda de campaña, ocultándose de otras personas entre el follaje y acudiendo de vez en cuando a la localidad más próxima para adquirir provisiones.

Pero apartarse de la sociedad tiene su precio: no es algo que se acomode a las leyes y los agentes siempre van a presentar escollos para que esa vida campestre termine. Cada vez que se topan con otras personas, sean campistas o camioneros, éstos siempre sospechan que la niña podría estar en peligro.

Al poco de comenzar el filme, la policía los encuentra y se los lleva detenidos. Una mujer le aclara a la niña, que no lo entiende, lo que sucede: aunque crea que el bosque es su hogar, “es ilegal vivir en una propiedad pública”.

A partir de entonces las autoridades tratan de adaptarlos a otro modelo de vida: una casa, un trabajo de ayudante para el padre, nada de tiendas de campaña ni de fogatas en el exterior… Pero el padre, aunque el espectador nunca sabe la razón concreta, quiere seguir el modelo de existencia pregonado por Henry David Thoreau.

No dejes rastro, basada en una célebre novela de Peter Rock que en Argentina se tradujo con el título de Mi abandono, es la tercera película de la cineasta Debra Granick, quien debutó con Down to the Bone (2004) y obtuvo mucho prestigio con Winter’s Bone (2010), aquel filme inspirado en la novela de Daniel Woodrell que protagonizaba Jennifer Lawrence. Desde Winter’s… sólo había rodado un documental.

Granick dirigió No dejes rastro en 2018, pero no ha sido hasta ahora que hemos podido verla en España gracias a Netflix. Aunque Debra Granick no es lo que se conoce como una directora “comercial”, sus películas suelen estar cargadas de sensibilidad, de retratos profundamente humanos y, sobre todo, de actrices que logran interpretaciones sobresalientes: Vera Farmiga y Jennifer Lawrence fueron aclamadas y premiadas por las dos primeras películas, y en su nuevo proyecto destaca el trabajo de Thomasin McKenzie, la niña-actriz que también destacó en Jojo Rabbit. También Ben Foster logra una interpretación notable.   

Además de los puntos de contacto con La luz de mi vida (que es posterior: de 2019), el largometraje de Granick coincide en algunas premisas y conclusiones con Captain Fantastic, aquella cinta en la que Viggo Mortensen hacía el papel de un padre obsesionado con que sus hijos crecieran en entornos rurales y alejados de la sociedad y de sus leyes y fórmulas de consumo y aprendizaje.

En estos filmes suele haber un padre que cree estar haciendo lo correcto, pero que no advierte que, mientras un hombre ya maduro, de vida hecha, puede retirarse a los bosques, aún no es el momento para los niños ni para los jóvenes: porque necesitan contacto con otras personas y experiencias que el bosque no les va a proporcionar y un abanico de posibilidades para tomar sus propias decisiones.

No dejes rastro es una película pequeña, cargada de humanidad y de sentimientos de afecto entre un padre y una hija que no necesitan hablar mucho para entenderse. Es uno de esos filmes en los que la música, la fotografía y los silencios del bosque nos invitan a la reflexión y nos hacen añorar la naturaleza: sobre todo porque allí no encontraremos las atrocidades cometidas por el hombre ni los efectos de una sociedad cada día más contaminada de maldades y perjuicios.      

Ficha Técnica

Título original: Leave No Trace
País: Estados Unidos
Director: Debra Granick
Guión: Debra Granik, Anne Rosellini (basado en la novela de Peter Rock)
Música: Dickon Hinchliffe
Género: Drama
Duración: 109 min.
Reparto: Ben Foster, Thomasin McKenzie, Jeff Kober, Dale Dickey, Peter James DeLuca, Ayanna Berkshire, Isaiah Stone, Dana Millican, Lane Stiemsma, Michael Draper, Kyle Stoltz, Tony Ruiz, Eric Sahlstrom

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.