El papa Francisco apoya un liderazgo, fundado en la cooperación y la solidaridad entre todos los países, como ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen
El papa Francisco y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, han insistido varias veces en las últimas semanas en caminar hacia una mayor unidad, solidaridad y cooperación entre los 28 países de la Unión Europea, para hacer frente no solo a la pandemia actual del coronavirus, que ha golpeado duramente a Europa, sino de cara al futuro, buscando la paz y el entendimiento entre todos los países del mundo.
El papa Francisco se ha referido en tres ocasiones en las últimas semanas a Europa empujándola hacia una mayor unidad: en su mensaje de Pascua, en un mensaje dirigido a los presidentes de los estados y de los gobiernos de la Unión Europea a finales de abril, y en otro mensaje en la celebración de la patrona de Europa, que es santa Catalina de Siena. Y el papa Francisco repitió los mismos términos en su homilía ante la celebración del Día de Europa (Europe Day), que es el 9 de mayo, 70 aniversario de la declaración de Robert Schuman, considerado el comienzo de la unión europea.
En el mensaje de Pascua, el papa Francisco afirmó que “la Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no solo su futuro, sino el del mundo entero”.
Y en un mensaje con motivo de la celebración de la Cumbre Europea de abril, escribió el Papa: “En este tiempo en el cual es necesaria tanta unidad entre nosotros, entre las naciones, oremos hoy por Europa, para que Europa logre tener esa unidad, esa unidad fraterna que soñaron los padres fundadores de la Unión Europea (UE)”.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la UE), Úrsula von der Layen, concedió una entrevista al diario del vaticano “L’Osservatore Romano” en la que insistió en una mayor solidaridad y unión entre los países europeos, para encontrar la “fuerza de trabajar juntos”.
Von der Leyen apoya al Papa en pedir una mayor unidad de los pueblos europeos contra los “egoísmos nacionalistas” y confía en un importante papel internacional de la UE después de la pandemia del coronavirus.
Europa, dijo la presidenta, “nació de las cenizas de una crisis que devastó el continente. Y es en tiempos de crisis, como la que estamos experimentando, que podemos apreciar su verdadero valor. Para mis padres, Europa significaba paz (tras la II Guerra Mundial). Para mi generación, es libertad y estado de derecho. Para la generación de mis hijos significa futuro y apertura al mundo. A veces damos a Europa por descontado. Olvidamos que es un bien precioso vivir en la prosperidad económica, en la cohesión social, en el respeto de los derechos humanos”.
Y añadió: “Como dijo Alcide De Gasperi: Sólo unidos seremos fuertes, sólo si somos fuertes seremos libres. Debemos seguir trabajando por una Europa más cercana y unida”.
En estos momentos de pandemia, dijo von der Leyen, se ha registrado un alto grado de solidaridad entre los países europeos, como han sido las ayudas de productos sanitarios entre Alemania, Chequia y otros países en favor de quienes más padecían el virus, como España, Italia y Francia. Y del mismo modo se trabaja para la recuperación después de la pandemia. Ningún país europeo puede ir solo ante la recuperación económica.
Al principio de la crisis del coronavirus, algunos estados quisieron ir por su cuenta, pero eso no dio resultado. Querían aislarse, pero el coronavirus no conoce fronteras. Aquello no dio resultado. “Lo mismo vale para el plan de recuperación: podemos proteger a los ciudadanos si trabajamos juntos, si nos ayudamos unos a otros, si compartimos. La fuerza de Europa es su unidad”, dijo von der Leiden.
Pero Europa no solo ha pensado en sí misma para derrotar el virus, sino que buscó la cooperación y solidaridad internacionales con la creación de un fondo mundial para luchar contra el coronavirus, con el fin de conseguir vacunas, tratamientos contra el virus, etc., el “Coronavirus Global Response” que recaudó 7.400 millones de euros, de los cuales la mitad eran donaciones europeas. Ha sido un éxito “y ha demostrado, una vez más, la fuerza de trabajar juntos”.
Por lo tanto, después de la pandemia del coronavirus, la Unión Europea puede y debe trabajar con países de todo el mundo en favor de un nuevo equilibrio mundial basado en la cooperación y a solidaridad, un papel que no podrían hacer las otras potencias “nacionales”, como Estados Unidos, China y Rusia. La Unión Europea, si se ha distinguido, en las relaciones entre los estados, por encontrar el máximo consenso en cada decisión tomada. Es su know how. Es el momento en que Europa puede tener un papel propio en la escena internacional, mirando no solamente a sí misma, sino a América Latina, a Asia y a África. Pero, como dice la señora von der Leyen, “la fuerza de Europa está en su unidad”. Y el papa Francisco lo apoya.