Clara Alvarado, famosa por la serie “La Casa de Papel”, trabaja ahora en un hospital de Madrid, en primera línea contra el coronavirus.Clara Alvarado es un rostro conocido por el público gracias a series como “La Casa de Papel”, en el que interpretaba a una de las rehenes, Ariadna.
La actriz estudió la carrera de Enfermería pero nunca había llegado a ejercer. Se lo tomaba como un plan B. La semana pasada, sin embargo, ante el número creciente de contagiados en España y la llamada de las autoridades a todas las personas que pudieran incorporarse al trabajo como sanitarios, Clara sintió que debía dar un paso adelante.
“No se puede mirar hacia otro lado”
La actriz, que ahora tiene 29 años, se puso en contacto con varias amigas de la Universidad y una de ellas le facilitó la dirección de un hospital en el que buscaban personal urgentemente.
“Tenía claro que no se podía mirar hacia otro lado y quería ir a un lugar donde pudiera ser útil, no a una UCI o una planta ultra saturada en la que mi inexperiencia podía ser un problema. Al final, encontré un lugar en el que poder desempeñar un buen papel y ayudar con un equipo sanitario detrás que te apoye”, declaró a la agencia Europa Press.
Clara publicaba frecuentemente imágenes de su trabajo como actriz en redes sociales. La hemos visto en series, películas y obras de teatro: “Cuéntame cómo pasó”, “Selfi”… Todo muy ligado a la ficción. La entrada en el hospital fue, en sus propias palabras, “un golpe de realidad”.
Publicó un post en el que anunciaba esta nueva situación y adelantó que iría dando noticias aunque de un modo más pausado tal vez. Desde hace cuatro días su Instagram ha quedado parado. Dejó este mensaje como quien se despide porque se va a la guerra, consciente del peligro pero a la vez optimista:
La sonrisa es lo último que se pierde y más en días como los que corren.
Todo esto, también pasará.
Mientras tanto, voy a pasar los próximos días de cuarentena trabajando como enfermera. Siempre dije que tenía la carrera de enfermería como plan B pero desde hace dos días, se ha convertido en mi plan A.
Son tiempos difíciles para todos y es así. Lo único que os puedo decir es que seamos pacientes, solidarios y generosos.
Volveremos a abrazarnos.
Desde entonces, el trabajo de enfermera hace que no tenga ni un minuto de respiro. Está en un centro dependiente del Hospital La Paz, de Madrid.
“Tenemos que ayudarnos los unos a los otros”
Lo explicó el pasado miércoles a la salida del turno a la revista “Cosmopolitan”, donde ha aparecido muchas veces como actriz: “Ninguno damos abasto desde que entramos hasta que salimos y tenemos que ayudarnos los unos a los otros, cuando entramos en contacto con los pacientes de coronavirus, con todo el sistema de aislamiento. Estamos muy limitados en recursos”.
En aquel mensaje del día 27 no se olvidó de nadie:
Gracias a todas las personas que a través de rrss hacen que la cuarentena sea más llevadera compartiendo su música, sus pinturas, sus libros, sus películas, sus reflexiones… gracias.
Estaré un poco más ausente por aquí aunque me pasaré de vez en cuando para disfrutar de todos vosotros y que me saquéis más sonrisas.
Mucho mimo, mucho amor, mucho cuidado y mucha FE.
El ejemplo de su padre ha sido clave
En ese plan B que ahora ha puesto en marcha, Clara ha tenido presente el ejemplo de alguien muy especial: su padre. Cuando estudió la carrera de Enfermería lo hizo en parte porque varios miembros de su familia son sanitarios. Ahora, esa llama de la vocación de servicio ha vuelto a prenderse. En el mensaje de Instagram también lo expresaba la actriz:
“Papi, esto va por ti! Tú te jubilas y yo me incorporo. Siempre has sido y serás mi mejor ejemplo como enfermero ☺️”
Clara afirma que la profesión de enfermera no le hará abandonar su trayectoria como actriz, ni tampoco como cantante. Con el grupo Biutibambú ha hecho pequeñas incursiones en la música y tenía previstos algunos conciertos que a causa de la cuarentena se han cancelado.
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Cambio de planes futuros
El contacto con los enfermos le ha hecho pensar que aquella carrera que nunca ejerció tal vez pueda acompañarle en el futuro: no abandonará su sueño subida a los escenarios y con aplausos pero no descarta hacerlo compatible con la enfermería.
El aplauso que ahora más le reconforta es el de todas las personas que cada día a las 8 de la tarde agradecen el trabajo de los sanitarios desde la ventana o el balcón de sus casas.
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