La historia de un padre y su hija vagando por paisajes norteamericanos tras una terrible pandemia que ha diezmado a casi todas las mujeres
En días de crisis, cuarentenas y pandemias, todas aquellas personas que rechazaban las historias de ciencia ficción y los relatos y las películas sobre distopías, deberán dar un paso atrás: algunas de esas pesadillas ya se están cumpliendo.
Para sobrellevar el encierro y la incertidumbre, muchos optamos por el cine en casa y la literatura. Hay dos formas de afrontarlo y se pueden alternar, dependiendo de cada uno: elegir películas para desconectar y alejarnos de este presente (comedias, cine histórico, thrillers, etcétera) o elegir películas que no nos desconecten de lo que ocurre, sino que nos relaten historias parecidas o futuros apocalípticos (por ejemplo, La luz de mi vida, dirigida y protagonizada por Casey Affleck).
La luz de mi vida se estrenó en España en otoño de 2019 y pasó desapercibida, tal vez por sus numerosos paralelismos con La carretera (de John Hillcoat) o porque en realidad Casey Affleck ha caído en desgracia en los últimos tiempos.
https://www.youtube.com/watch?v=MmeRes4BkOo
Cuenta la historia de un padre y su hija vagando por paisajes norteamericanos tras una terrible pandemia que ha diezmado a casi todas las mujeres.
Para que ella no corra peligro por su condición femenina, dado que padre e hija no han encontrado a ninguna mujer en los últimos diez años, la hace pasar por un niño y la protege de curiosos y de tipos que parezcan esconder malas intenciones.
Durante su periplo, en el que a veces se ocultan de los extraños y a veces se cuelan en casas abandonadas para pasar un par de noches, van conversando sobre ética y moral, sobre verdad y mentira, sobre contagios e inmunidad, sobre amor y violencia.
Es la clásica historia sobre supervivencia, aprendizaje y enseñanza de padres a hijos, pero Affleck prefiere centrarse más en las conversaciones y en cómo alguien a veces debe tomar decisiones difíciles para salir adelante en un mundo que se ha vuelto áspero e inhóspito.
Es, también, un homenaje a lo que significan las mujeres y lo que simbolizan, a su importancia y a su condición imprescindible, y a cómo faltando la mayoría de ellas el mundo se ha desequilibrado.
Es loable que haya logrado introducirnos en un mundo caótico sin apenas presupuesto y con poco reparto: sin duda, otra de las proezas del cine independiente.
Es un filme que aporta esperanza. Que nos habla de nuestra obligación como padres: incluso aunque el mundo se venga abajo, debemos seguir garantizándoles a nuestros hijos educación, valores y normas para adaptarnos.
Si hubiera que elegir entre La carretera y La luz de mi vida, es obvio que nos quedaríamos con la primera porque se inspira en una novela de Cormac McCarthy, en mi opinión uno de los más grandes escritores vivos, y porque Hillcoat dotó a su historia de un ritmo más dinámico.
Lo cual no es un impedimento para degustar las dos horas de metraje de Light of My Life (aunque le sobran los interminables diez primeros minutos), y para disfrutar de la acertada planificación de Affleck en ciertos momentos, sobre todo en aquellas escenas en las que irrumpe la violencia para tratar de desbaratar la armonía.
Quedémonos con una de las enseñanzas del filme: Quiero que pienses en las cosas que tenemos… y cómo podemos estar mejor preparados en el futuro.
Ficha Técnica
Título original: Light of My Life
País: Estados Unidos
Director: Casey Affleck
Guión: Casey Affleck
Música: Daniel Hart
Género: Drama / Ciencia ficción
Duración: 119 min.
Reparto: Casey Affleck, Anna Pniowsky, Tom Bower, Elisabeth Moss, Hrothgar Mathews, Timothy Webber