Por encima de las dificultades del país, resurge el Museo Sacro y se revela lo que está guardado desde siempre
El padre Gaspere Salerno es el director del Museo Sacro de Caracas (Venezuela). Aceptó conversar con Aleteia en momentos en que se despliega un gran esfuerzo, animado por el Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, para restaurar, recuperar y poner en funcionamiento un museo emblema de la catolicidad en pleno corazón de la capital venezolana.
Desde hace un año trabaja, por encomienda del cardenal Baltazar Porras, en una propuesta que presentaron hace pocas semanas para la restauración integral de museo. La estructura venía con graves problemas y se volvió obsoleta, un deterioro que se acentuó en los últimos diez anos.
La museografía moderna indica tendencias que tienen que ver con las instalaciones y la iluminación cuyo acondicionamiento garantiza el resguardo de las piezas.
“La valoración de cada pieza se potencia por el desarrollo tecnológico de los últimos tiempos que, en esta materia, ha sido abismal –indica Salerno-. El Museo Sacro de Caracas quiere adecuarse a los signos de los tiempos y sufre un proceso de remodelación. Lo más interesante es que todo el museo y la transformación que está ocurriendo en él, viene de aportes privados, bien sea nacional o internacional”.
Hay dos cuestiones cruciales que aportan al mejoramiento del museo: el cardenal Porras cedió el Palacio Arzobispal y ahora, junto a la sede del museo, contigua a la catedral, formarán parte de los dos mil metros cuadrados que compondrán esta zona religioso-cultural del viejo centro de Caracas. Serán para el disfrute de la exposiciones y actividades varias que vendrán a futuro. En nueve meses se verán los frutos del trabajo.
El abuelo de Andrés Bello brillará en el museo
Preparan tres exposiciones. “Una de Juan Pedro López -explica el director- el pintor más importante de la Colonia en Venezuela y abuelo de Andrés Bello -filólogo, escritor, jurista y pedagogo venezolano, una de las figuras más importantes del humanismo liberal hispanoamericano-. Este pintor será el abreboca para reinaugurar el Museo Sacro. En los espacios del Palacio Arzobispal tendremos dos grandes exposiciones, como una primera etapa, que esperamos aperturar a principios de junio: una sobre el cardenal José Alí Lebrún ( 1919-2001) por el centenario de su nacimiento. Y otra sobre el doctor José Gregorio Hernández con ocasión del centenario de su muerte en este año, por demás emblemático debido a su pronta beatificación que seguramente será anunciada en breve”.
Los museos vaticanos se trasladan a Caracas
Gaspere, venezolano descendiente de italianos, estuvo en Roma recientemente y acordaron traer una exposición de los museos vaticanos a Caracas entre el mes de diciembre y enero próximos.
“Es una mega exposición –detalla- que acaba de salir a México donde se exhibirán unas 800 piezas de gran valor patrimonial, especialmente resguarda el período de Pío Nono. Datan de la época cuando entran en conflicto el rey de Italia y la Iglesia Católica por los Estados Pontificios y el Papa queda prácticamente enclaustrado en lo que hoy es El Vaticano. Por primera vez en la historia tendremos la posibilidad de tener un pedacito de los museos vaticanos en Caracas”.
El Museo Sacro se alza sobre la piedra fundacional de Caracas
No todos saben que este museo se ubica sobre uno de los espacios más antiguos de la ciudad. Bajo su suelo se encuentra la primera piedra colocada cuando se fundó Caracas. Está edificado sobre un cementerio, que no es cualquier cementerio, sino el primero de la capital. En ese entonces era la parroquia San Pedro, hoy Catedral. De hecho, parte del jardín central, es el cementerio. Las tumbas están apenas a 80 centímetros de profundidad. Casi pueden verse a simple vista.
El P Salerno enumera algunos ilustres cuyos restos descansan allí: “Mons Mariano Martí (1720- 1792), aparte de una enorme cantidad de obispos que fueron pastores, no solamente de Caracas sino de Venezuela. Hasta hace unos años estaba allí la esposa de Simón Bolívar y sus padres, así como también la nana del Libertador, conocida como la Negra Matea. Desde hace unos ocho o nueve años atrás, el presidente Chávez decidió enviarlos al Panteón Nacional”.
Un lugar lleno de magia y secretos
Uno de los salones del Museo Sacro era la cárcel para el clero. “Allí hay una pequeña ventanita –describe el sacerdote- la única fuente de luz que entraba del exterior. Cuando los visitantes llegan a ese punto encuentran una pared con rayas y grafitos que aún se conservan pues funcionó como cárcel hasta bien entrado 1900. La cárcel era sólo para los clérigos infractores pero, de tanto en tanto, ingresaba algún borrachito que el obispo sentenciaba con una breve pasantía por allí”.
Quedaron esos testimonios de curas que dejaban en las paredes la constancia de sus protestas o quejas. Contigua a la cárcel se encuentra y se puede percibir la cripta con el osario de los diferentes difuntos.
Sede de un periódico
El decano de la prensa nacional ocupó más tarde ese espacio. El famoso diario La Religión tuvo sede allí. “Así –refiere el padre Salerno- de cárcel y casa episcopal pasó a seminario y de seminario a patrimonio de la nación, por decreto del gobierno de Venezuela, desde 1992. Es cuando se funda el Museo Sacro de Caracas”. De su pasado esplendor cobija piezas, telas, ornamentos, imágenes y cuadros. “Mucho de ello –acota- tiene que ver un patrimonio que es intangible, eso que se va narrando de generación en generación de lo cual ese espacio es testigo silencioso desde ese cuadrilátero que es la Plaza Bolívar de Caracas donde se gestó Venezuela”.
De las anécdotas y experiencias del Palacio Arzobispal, ahora también museo- quedamos en hablar más adelante. Pero agrega: “Hay cualquier cantidad de relatos interesantísimos pues ese lugar ha sido sede y residencia de casi todos los obispos y arzobispos de Venezuela y de Caracas, hasta el cardenal Quintero (el primer Cardenal de la historia de Venezuela y una de las más reconocidas y notorias figuras intelectuales de Venezuela durante el Siglo XX), el primero que se fue a vivir fuera de ese espacio”.
Papa Francisco: que sea espacio de evangelización
Dios mediante, a finales de año los caraqueños tendremos la posibilidad de reencontrarnos con ese lugar maravilloso que –enfatiza nuestro interlocutor- que no es un mausoleo, no es una galería, es un museo; recordando la insistencia del Papa Francisco en que los museos sean espacios de evangelización, de interacción, que sean lugares vivos y comuniquen la historia y la identidad de cada pueblo.
“Buscamos que, con cada pieza, el visitante se pueda involucrar en su contenido, en su leyenda y en su historia. Que se viva a través de las vivencias de cada una de ellas”. Es verdad que si la pieza no es interactuada y no dice nada al observador pasa a ser un montón de cosas viejas. Puede haber conexión a través del sonido, de la luz, sobre todo a través de esa historia narrada, obviamente, la pieza cobra un gran valor.
La museología moderna busca revalorizar todo lo que está en el entorno de cada pieza. En sintonía con ella, están conectando con todo lo que guarda el Archivo Arzobispal del cual el P. Salerno es también su director. Digitalizan, revisan inventarios, ordenan, organizan, creando una plataforma de investigación que ubique a cada pieza en su contexto histórico y cultural en Venezuela. Eso pretenden en el Museo Sacro de Caracas y trabajan a toda marcha para conseguirlo.
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