“Cuando usamos el amor y la compasión como nuestra guía de principios podemos crear e implementar sistemas de cambios que sean beneficiosos para todos los seres humanos y el medio ambiente”
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Quizá era hasta predecible que el protagonista de The Joker ganara la estatuilla de Mejor Actor, pero su discurso ha dado casi tanto de qué hablar como su papel.
Viendo los comentarios en redes sociales, pude apreciar que algunos quedaron extrañados, otros aseguraron que “le afectó el personaje” y muchos se quedaron sólo con la parte de su discurso donde hablaba sobre el consumo de la leche de la vaca (Phoenix es vegetariano desde niño tras ver a unos hombres pescando).
Pero realmente su discurso fue profundo y vale la pena analizarlo, aunque sea brevemente, sobre todo desde el contexto de su vida, no como artista, sino como ser humano y lo que le motiva.
La vida personal de Phoenix ha sido compleja. De niño, sus padres fueron parte de un culto religioso que los hizo vivir entre Puerto Rico y Suramérica (particularmente en Venezuela) como misioneros en condiciones de pobreza.
Sus padres se desencantaron del culto al que pertenecían (internacionalmente, Children of God tiene acusaciones de promover el incesto y el abuso sexual de niños) y volvieron a los Estados Unidos a empezar de nuevo y fue cuando adoptaron el apellido Phoenix (como el ave, que resurge entre las cenizas) cuando él tenía unos 4 años.
Como su madre consiguió trabajo como secretaria para un canal de televisión, los hermanos pronto fueron captados por un agente de talentos infantiles y desde pequeños comenzaron a actuar.
Sin embargo, su hermano mayor River era la gran estrella para el público. Joaquin era el segundo (aunque su hermano siempre le dijo que sería mejor que él). Una noche de octubre de 1993, River consumió una extraña droga en un local nocturno donde se presentaría y el propio Joaquin tuvo que llamar al 911 al verlo convulsionar. No sobrevivió. La llamada de un desesperado Joaquin de 19 años pidiendo ayuda para su hermano salió en todos los medios y la familia se retiró del ojo público por dos años.
Pero River sigue estando muy presente en sus vidas y eso se evidenció en el discurso del domingo. Al actor se le quebró la voz al citarlo al final de su discurso diciendo: “Cuando mi hermano tenía 17 años escribió una letra que decía: ‘Corre al rescate con amor y la paz seguirá’”.
Y no es la primera vez que lo nombra en esta temporada de premios. En el Toronto International Film Festival dijo que fue su hermano quien lo convenció de nunca dejar el cine y que era algo que le debía, porque el cine le ha dado una vida maravillosa y es la plataforma que también le ha permitido, como dijo en los Oscars, “la oportunidad de usar su voz por los que no la tienen”.
La fama siempre le ha disgustado, no le gusta dar entrevistas y considera que la promoción de las películas es la parte negativa de todo el proceso. Es muy selectivo a la hora de escoger papeles
Su carrera se ha caracterizado por la interpretación de personajes atormentados que buscan rescatarse de sí mismos o rescatar a alguien más.
Y es que la búsqueda de la justicia es un motor de vida para toda la familia Phoenix. No sólo Joaquin, también su madre tiene una organización llamada The River Phoenix Center for Peacebuilding, fundada en el 2012, que se enfoca en encontrar soluciones no violentas a los conflictos a través de su programa de justicia restaurativa.
Y eso fue el centro del discurso del actor de The Joker en los Oscars: “Creo que bien sea que hablemos de la desigualdad de género, racismo, los derechos LGTB o los derechos de los animales, estamos hablando de la lucha contra las injusticias”.
En el pasado, el actor también se ha referido a esto. En una entrevista a The Guardian, decía que a él le parecía que nuestra cultura nos hacía creer que la justicia punitiva era buena y que era incluso algo que se veía en muchos films: la típica historia del esposo al que le matan a la esposa o alguien de la familia y sale a vengarlos… “y está bien sentir rabia, les aseguro que Martin Luther King y Jesús en algún momento la sintieron, pero es importante tener empatía. Yo no creo que las personas nazcan siendo malas”.
Y aquí enlazo nuevamente con su discurso de la Academia. Phoenix admitió que él muchas veces ha sido egoísta, cruel y hasta una persona con la que es difícil trabajar, pero agradeció a todos aquellos -muchos de ellos presentes en esa sala- que le dieron una segunda oportunidad: “Creo que estamos en nuestro mejor momento cuando nos apoyamos mutuamente, no cuando nos cancelamos o vetamos por nuestros errores del pasado, sino cuando nos ayudamos mutuamente a crecer, cuando nos educamos mutuamente, cuando nos guiamos mutuamente hacia la redención… eso es lo mejor de la humanidad”.