Decenas de muertos por las lluvias en una zona que hace un año sufrió el derrumbe de la presa de Brumadinho Con el hallazgo del cuerpo de un niño de 10 años ya se habían registrado casi 60 muertos debido a las fuertes lluvias en el estado de Minas Gerais (Brasil) que han venido registrando desde hace varios días.
Según reproducen medios locales y agencias como EFE, el pequeño fue arrastrado por la corriente el pasado domingo 2 de febrero mientras paseaba con su familia. Por estas horas, su muerte, al igual que la del resto de las personas, enlutan a Brasil.
Es que el agua que ha caído en las últimas semanas en diversas localidades de Minas Gerais, entre ellas Belo Horizonte, una de las mayores regiones metropolitanas del país, ha transformado las calles en “ríos” encargados de arrastrar todo lo que pasa a su lado.
Desde la Secretaría de Defensa Civil de Minas Gerais, el segundo más poblado de Brasil y ubicado al sureste, se informó que más de 40.000 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas debido a esta situación.
En otros estados cercanos como Espíritu Santo la situación era menos dramática, pero también las lluvias han dejado víctimas y damnificados.
A Defesa Civil de Minas Gerais também está presente em Matipó, na Zona da Mata, apoiando o município, que foi atingido pelas chuvas. pic.twitter.com/McAJe0J52F
— Defesa Civil MG (@defesacivil_mg) February 3, 2020
Una tragedia inolvidable
Pero mientras todos siguen con atención lo que acontece por estos días en Minas Gerais, donde se están prestando servicios de auxilio a los municipios afectados, aún permanece el recuerdo de lo acontecido hace poco más de un año en Brumadinho, sitio donde el desprendimiento de una presa en un complejo gigante minero (vinculado a residuos minerales) causó la muerte de más de 200 personas.
En la zona de aquella tragedia las lluvias también han afectado en los últimos días, por lo que la situación continuaba siendo compleja.
“Entramos y tratamos de escapar manejando. Esa era nuestra intención. Pero tras manejar por 15 metros vi el lodo justo enfrente. El lodo se acercaba y yo trataba de ir hacia el otro lado. Cuando vi que no había nada que hacer paré el auto y dije a mi colega: ‘No hay salida, preparémonos para el impacto’”, contaba en aquella oportunidad a BBC Mundo Elias Nunez, brasileño que sufrió la tragedia que estuvo cerca de a muerte, pero que logró aferrarse a la fe y salvarse.
Efectivamente, así comienza el relato de Elias Nunez, un brasileño afectado por la catástrofe que en diálogo con BBC Mundo contó que estuvo muy cerca de la muerte, pero también cómo en ese momento logró aferrarse a la fe.
“Ahora, amigo es hora de rezarle a Dios, llegó nuestra hora. Esto es todo (…) Cuando terminamos de rezar estábamos en lo alto del lodo. Primero golpeó mi costado y luego el del pasajero y levantó el auto. Creo que pese a la situación conseguí mantener la calma”, expresaba este hombre, testimonio de luz en medio de la tragedia y oscuridad.
Recemos por quienes están sufriendo las lluvias y también por las víctimas de aquella famosa tragedia en una represa de Brasil.
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