Era un “secreto a voces” que hoy confirman las estadísticas: el catolicismo está creciendo, de manera exponencial, en Corea del Sur. Pero no tanto como para echar las campanas a vuelo.Si bien hoy hay más católicos y más sacerdotes y misioneros coreanos, la población católica está envejeciendo de forma acelerada, se celebran menos bodas, la gente asiste menos a Misa el domingo y hay un decremento entre los seminaristas.
Todo esto plantea nuevos retos de evangelización que la Iglesia católica de Corea está planteando como prioridad para este nuevo decenio.
Los datos positivos
Un informe del Instituto Pastoral Católico de Corea, reproducido por el periódico The Korea Herald el pasado 11 de enero, da a conocer que en las últimas dos décadas (de 1999 a 2018) el número de católicos aumentó 48.6 por ciento.
A fines del segundo milenio había en el país asiático 3.946.844 católicos, mientras que para 2018 ya eran 5.865.510. Sin embargo, el Instituto Pastoral advirtió que el crecimiento “se desaceleró significativamente en los últimos años”.
Por diócesis, Suwon, justo al sur de la capital Seúl, registró la tasa de aumento más alta de 89.1 por ciento en el período de veinte años, seguida de Daejeon en el centro de Corea del Sur con 79.6 por ciento y Uijeongbu, al norte de la capital, con 78.9 por ciento.
Las luces de alerta
Sin embargo, la tasa de crecimiento interanual en los católicos se ha desacelerado gradualmente a menos del uno por ciento, lo cual muestra que existen áreas de oportunidad para la Iglesia católica en el decenio que apenas comienza.
Según el informe, en 2000 y 2001, la población católica creció 3.2 y 3.9 por ciento, respectivamente, antes de caer al rango de dos por ciento hasta 2009.
La tasa de crecimiento cayó a 1.7 por ciento en 2010 y se recuperó brevemente a 2.2 por ciento en 2014 debido a la visita del Papa Francisco. a Corea del Sur. Pero nuevamente cayó por debajo de uno por ciento para llegar al 0.9 por ciento en 2018.
Mayor proporción, menor asistencia
Por lo demás, la proporción de católicos en la población total de la nación asiática aumentó de 8.3 por ciento a 11.1 por ciento en el período 1999-2018.
Pero su tasa de asistencia a servicios religiosos, considerada un indicador clave de la vida religiosa de los creyentes, cayó en más de diez puntos porcentuales: de 29.5 por ciento a 18.3 por ciento durante el período estudiado.
“La fuerte caída en la tasa de asistencia masiva del domingo es notable. Todas las diócesis han hecho varios esfuerzos para traer de vuelta a los cristianos tibios y revisar la iglesia, pero cualquier cambio significativo aún está por venir. El mismo problema se repite anualmente”, se expresa en el informe reproducido por The Korea Times.
Los católicos están envejeciendo
“Es hora de reflexionar sobre nuestro trabajo misionero actual y reconsiderar la dirección de la evangelización doméstica”, manifiesta el Instituto de Pastoral Católica quien reconoció que “el rápido envejecimiento de la población católica es otro cambio notable”.
Entre 2003 y 2018, los católicos menores de nueve años y en la adolescencia se contrajeron en 32.4 por y 33.2 por ciento, respectivamente.
Pero aquellos en sus 50, 60, 70 y 80 años se expandieron en 76.9, 93, 117 y 251.6 por ciento en cada uno de los grupos de edad..
Menos bodas y más sacerdotes
El crecimiento de los primeros años y el decremento de los últimos años del periodo que abarca el informe se refleja en el número de bodas celebradas en Corea del Sur que disminuyó 41.5 por ciento: de 24.227 en 1999 a 14.167 en 2018.
Sin embargo, otro dato optimista es el incremento en el número de sacerdotes coreanos. En este renglón el clero del país aumentó 52.2 por ciento, pasando de 2,972 a 4,456 de 1999 a 2018.
Finalmente, el estudio señala otro dato negativo: el número de estudiantes de seminario cayó 17.7 por ciento de 1.547 a 1.273. Pero el número de misioneros en el extranjero enviados por la Iglesia católica coreana aumentó 204.2 por ciento de 356 en 1999 a 1,083 en 2018.