Los profesores no son respetados por los alumnos ni por los padres
Los profesores piden paz en las aulas y que terminen las agresiones que se dan, tanto por parte de los alumnos como por parte de los padres.
Nicolás Fernández Guisado, presidente de ANPE (Asociación Nacional de Profesores de España), informó del último estudio realizado por su asociación, correspondiente al curso 2018-19. La cifra de casos atendidos por el Defensor del Profesor, durante el pasado curso, fueron 2.174 profesores, una cifra muy similar a la del curso precedente, que fue de 2.179 casos. Por lo tanto, señaló, “las situaciones de conflictividad están lejos de erradicarse en los centros escolares”.
Los casos que han requerido mayor atención al profesor han sido en Primaria y Secundaria, que han contabilizado el 44,4 y el 40,4 por ciento de las actuaciones, respectivamente. Desde su puesta en marcha en 2005, el Defensor del Profesor ha atendido ya a 36.891 profesores.
En cuanto a los alumnos, el estudio recoge, entre otros problemas, los siguientes en España:
- 504 casos de faltas de respeto a docentes,
- 465 problemas para dar clase,
- 241 casos de acoso,
- 212 casos de amenazas,
- 128 de agresiones
- 47 de daños a la propiedad
Por otro lado, preocupa mucho el ciberbulling entre los alumnos: “Preocupa mucho en los centros educativos ya que afecta a la convivencia” y pide a la Administración que actualice los Decretos de Convivencia con medidas organizativas que corrijan estas situaciones.
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En cuanto a los padres, el informe recoge:
- 642 casos de acoso de padres a docentes,
- 584 de acusaciones sin fundamento,
- 546 de faltas de respeto,
- 455 denuncias,
- 148 casos de presión de cambio de notas
- 59 agresiones
Estas cifras muestran que hay una falta de respeto y de confianza en el profesor, por parte de los padres, que “se observa en Educación Infantil y Primaria a causa de un excesivo proteccionismo de algunas familias y, su afán de controlar la vida del centro en beneficio de sus hijos, les lleva a protagonizar conductas antisociales y violentas”.
Según explica ANPE, “en estos casos, los progenitores no dudan en enfrentarse al profesor, denunciarle o injuriarle si con ello consiguen que su hijo saque partido de la situación, aunque sea a costa de infringir las normas, pisotear los derechos de sus propios compañeros o difamar al docente”.
También en las redes sociales
Las redes sociales también actúan muchas veces en forma negativa, abundando en la calumnia y el desprecio.
En cuanto a los problemas en los equipos de dirección, se señala que los problemas bajan de un 31 al 27 por ciento, mientras que los problemas entre compañeros se mantienen estables: no aplicar el reglamento, apertura de expediente disciplinario y problemas con la administración.
Según el estudio mencionado de ANPE, el curso pasado 16 profesores tuvieron que abandonar su profesión a causa de la conflictividad. Además, el 70 por 100 de los casos atendidos, el docente presentaba altos niveles de ansiedad, el 10 % tenía síntomas depresivos y un 10% estaba de baja laboral.
ANPE señala que “estos datos trascienden al propio docente puesto que un profesor con estado emocional alterado, además del sufrimiento personal que debe soportar, reduce significativamente su rendimiento profesional, lo que disminuye la calidad de la educación”.
Añade que las bajas laborales generan un coste para la administración y una modificación de la propuesta pedagógica para los alumnos.
Y todo esto ocurre, a pesar de que en la legislación española los profesores son considerados “autoridad pública”.
Si la buena educación se aprende sobre todo en las familias. ¿quién educa a las familias, sobre todo a los padres?