La administración Trump muestra que estos asentamientos son compatibles con el derecho internacionalEn un giro que deja atrás cuatro décadas de una postura moderada de Estados Unidos frente a los asentamientos israelíes en Cisjordania, la administración de Donald Trump, a través del secretario de Estado, Mike Pompeo, ha declarado que estos asentamientos no violan el derecho internacional.
Desde la óptica de Pompeo, este reconocimiento de compatibilidad en las tierras ganadas por Israel a los palestinos en la Guerra de los Seis Días (1967) aumenta la posibilidad de que se llegue a un acuerdo de paz para Medio Oriente.
Anteriormente, la administración Trump había reconocido a Jerusalén como capital israelí, trasladado su embajada de Tel Aviv, y la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán.
Pompeo señaló que todas estas acciones, en especial la de Cisjordania, son producto de reconocer “la realidad en el terreno”.
Lejos de las explicaciones de Pomepo, gran cantidad de analistas consideran que se trata de un espaldarazo del presidente Trump al primer ministro Benjamín Netanyahu, envuelto en la lucha electoral en su país y partidario de la anexión de Cisjordania por parte de Israel.
“La medida revierte más de 40 años de política estadounidense que ha declarado que la expansión israelí en los territorios ocupados desde la guerra de 1967 es un obstáculo importante para resolver el conflicto israelí-palestino”, comenta en su nota al respecto The Washington Post.
Cabe recordar que tanto Cisjordania como Jerusalén son reclamadas por los palestinos como condición necesaria para forjar un futuro Estado. Hasta la fecha, aproximadamente 700.000 colonos israelíes se han establecido tanto en Cisjordania como en el propio territorio de Jerusalén.
Si bien es cierto que solamente la administración del presidente Jimmy Carter (en 1978) declaró que los asentamientos israelíes en Cisjordania eran ilegales, también lo es que todas las demás administraciones habían considerado estos asentamientos como un obstáculo para la paz.
De hecho, desde principios de los setenta del siglo pasado hasta el pasado lunes 18 de noviembre, los gobiernos de Estados Unidos habían insistido en que se detuviera la expansión israelita en los territorios ocupados y se impidiera la construcción de nuevas colonias.
Como era de esperarse, el anuncio hecho por el secretario de Estado de Estados Unidos generó críticas y adhesiones. Las críticas vienen del lado palestino que ven en la decisión una vuelta a la “ley de la selva” mientras que las adhesiones provinieron, principalmente, del primer ministro Netanyahu.