El día que habría sido el cumpleaños de su hija, quiso pagar la tarta de otra personaPerder un hijo es un sufrimiento tan terrible e intenso que es inimaginable para cualquiera que no lo haya experimentado. El papa Francisco ha hablado de ello en más de una ocasión, en particular durante una audiencia general en 2015, cuando dijo:
Para los padres, vivir más tiempo que sus hijos es algo especialmente desgarrador, que contradice la naturaleza elemental de las relaciones que dan sentido a la familia misma. La pérdida de un hijo o de una hija es como si se detuviese el tiempo: se abre un abismo que traga el pasado y también el futuro. La muerte, que se lleva al hijo pequeño o joven, es una bofetada a las promesas, a los dones y sacrificios de amor gozosamente entregados a la vida que hemos traído al mundo.
Este es el tipo de sufrimiento que experimentó el padre de Hannah, una niña de Inglaterra que vivió solamente una semana después de nacer. Sin embargo, en vez de permitir que su dolor y su pena le ganaran la mano, el padre decidió realizar un gesto pequeño pero maravilloso e inspirador en el que habría sido el primer cumpleaños de su hija. No se encerró en sí mismo ni se enfadó con el mundo o con Dios; en vez de eso, pagó generosamente la tarta de cumpleaños de una niña que no conocía. Según parece, fue a la pastelería y preguntó si había alguna niña que celebrara su primer cumpleaños y cuya tarta pudiera pagar anónimamente.
“Un auténtico caballero”
Cuando la madre y la tía de dicha niña fueron a recoger el pastel de temática Peppa Pig, el personal pastelero describió que “un auténtico caballero” había pasado por la tienda para “pagar la tarta de alguna niña, ya que no podía pagar la suya” porque su hija había fallecido con tan solo 8 días de vida. ¡Nos podemos imaginar la sorpresa que se llevaron!
En realidad, no tenemos que imaginarlo; Léá Ní Bhríaín, la tía de la niña, compartió la historia en Facebook:
La tarjeta
El generoso padre también dejó una tarjeta de cumpleaños con un sencillo mensaje lleno de amor y ternura que ya se ha compartido miles de veces en Internet. La tarjeta lee:
Querida niña cumpleañera:
Para celebrar el que habría sido el primer cumpleaños de mi hija, he decidido pagar tu tarta de cumpleaños. No puedo comprarle a mi hija una tarta para ella en su día, pero espero que tú disfrutes esta y tengas un cumpleaños fantástico.
Que Dios te bendiga,
Papá de Hannah.
Ciertamente, ¡la muerte no tiene la última palabra! El Papá de Hannah (que continúa siendo anónimo) nos lo demuestra con estas palabras que son un verdadero acto de esperanza. Reflejan a alguien que no se permite ceder al veneno del sufrimiento y que no ha caído en el vacío del odio, sino que se ha aferrado a la esperanza y al amor.
Actitudes como la de este padre nos recuerdan que Jesús en la Cruz venció a la muerte y que, algún día, gracias a Él, todo nos reuniremos.