El objetivo de las bombas era callar la voz del Papa
Durante la Segunda Guerra mundial, el año 1943, también la Ciudad del Vaticano fue bombardeada. El 5 de noviembre se cumple el aniversario del bombardeo del centro espiritual de los católicos de todo el mundo.
El ataque tuvo lugar a las 20.05. Un avión desconocido arrojó cuatro bombas demoledoras, de tamaño mediano, en el costado de los jardines del Vaticano, que miran hacia el Janículo. Una quinta bomba quedó sin explotar fuera del territorio papal.
Las bombas golpearon la estación de trenes del Vaticano, el taller de mosaicos, causando enormes daños y destruyendo un patrimonio artístico de enorme valor, y, finalmente, cayeron rozando la parte posterior del Palacio de la Gobernación, que mira directamente al ábside de la Basílica, cuando entonces se utilizaban no solo para oficinas, sino también como viviendas particulares.
La cuarta bomba estalló en la plaza de Santa Marta, frente a la residencia donde hoy vive el papa Francisco, rompiendo los cristales traseros de la Basílica de San Pedro.
El libro de Augusto Ferrara, 1943 Bombas sobre el Vaticano, cuenta con detalles estos acontecimientos. Según Ferrara una de las bombas debía demoler Radio Vaticano, la emisora radial del Papa que estaba ofreciendo información valiosa para los prisioneros de guerra. El objetivo de las bombas era callar la voz del Papa y de la Santa Sede.
La mayoría de las fotos de archivo que representan un testimonio único de la tragedia fueron tomadas por el fotógrafo oficial papal de entonces, Giuseppe Felici.
El fotógrafo del Vaticano inmediatamente después de las 8.10 de la mañana, y la mañana siguiente, el 6 de noviembre, con su cámara, tomó todas las fotos que pudo para documentar el camino tomado por el avión para lanzar las bombas.
El avión había sobrevolado la zona durante varios días para averiguar dónde atacar a la radio del Vaticano, escribe Ferrara, recogiendo las voces de diversos testigos. El acontecimiento no fue muy divulgado en los medios locales debido a que el régimen fascista estaba involucrado en el bombardeo, aunque la federación fascista republicana y el inspector del partido lo declararon un acto criminal.
La Ciudad del Vaticano estaba protegida por pactos de no beligerancia, pero fueron violados al ofender la neutralidad de la Santa Sede y el mensaje pacificador del papa Pío XII y golpear sin consideración un lugar importante para la humanidad debido a sus enormes tesoros religiosos y artísticos.
El papa Pío XII habló así sobre el ataque aéreo contra la Ciudad del Vaticano, en contra del engaño de la guerra, en su discurso a los cardenales con motivo de la vigilia de navidad.
De esta unión perenne de los fieles con el Vicario de Cristo nos conmueve agradecer a Dios que con su poder infinito nos otorgó protección, hace solo unas semanas, en el momento del ataque aéreo contra la Ciudad del Vaticano, considerada con unánime indignación por los honestos del mundo entero.
Tal ataque, tan deliberadamente preparado, cuán poco honorable y efectivamente cubierto bajo el velo del volante anónimo, sobre un territorio sagrado para los cristianos, santificado por la sangre del primero Pedro, centro del mundo también por sus obras maestras de cultura y de arte, y garantizado por un tratado solemne, es un síntoma difícilmente superable por el grado de agitación espiritual y decadencia moral de la conciencia, en el que han caído algunas almas engañadas. (24.12.1943)