Su pasión: el estudio, el análisis, la puesta en marcha (en todas las experiencias del periodismo) de la ética periodística“La tecnología, hay que recordarlo, no es buena ni mala, habría que mirarla como un medio inocente, que por su propia naturaleza no está hecha para hacer daño. Su efecto positivo y enriquecedor para los humanos dependería del uso que los humanos le demos.
“Dentro del deslumbramiento y euforia que los hacen aparecer como un descubrimiento, la acción pedagógica de los medios tiene un papel de guía y de inspiración para la sociedad que, deslumbrada, se vuelve dócil y pasiva, como ante un ídolo.
“Será una acción liberadora la que señale la tecnología digital como un medio poderoso, pero al servicio de la dignificación humana y no de su eclipse. Porque será un nuevo humanismo que rescate los valores de lo humano de las posibilidades deshumanizadoras de la tecnología y de la economía. Es el reto para el periodismo de hoy y de mañana”.
Con estos tres párrafos terminaba su último discurso el maestro y referente del periodismo ético iberoamericano (el periodismo tradicional, el que no debe cambiar por más que cambie la tecnología), el colombiano don Javier Darío Restrepo (Jericó,1932) durante el reciente XV Congreso
Hispanoamericano de Prensa, realizado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el 23 de agosto de 2019.
El periodista y maestro de periodistas murió en Bogotá el 6 de octubre de 2019 a los 87 años de edad. Apenas el pasado 4 de octubre participó en el Festival Gabo, en Medellín (Colombia). El Consejo de la Fundación Gabo (por Gabriel García Márquez), ha expresado, de su enorme pena por el fallecimiento de quien fue considerado como “un pilar y guía en el ejercicio del periodismo ético en Iberoamérica”.
“Extendemos sentidas condolencias a familiares, amigos y colegas del maestro Javier Darío Restrepo, un pilar insustituible de la Fundación Gabo y sin duda uno de los máximos expertos en ética periodística del mundo”, dijo en su nota de pésame esta organización creada por el Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez en 1994 con el nombre de Fundación para el Nuevo Periodismo Hispanoamericano.
Su último libro fue “La constelación ética”, pero antes había publicado 21 libros, la mayor parte de ellos dedicados, justamente, a los que era su pasión: el estudio, el análisis, la puesta en marcha (en todas las experiencias del periodismo) de la ética periodística.
Entre los reconocimientos que recibió destacan el premio nacional del Círculo de Periodistas de Bogotá en la categoría de prensa en 1993, así como el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 1985 y 1986.
Además recibió los premios San Gabriel del Episcopado Colombiano en 1994, Germán Arciniegas de la Editorial Planeta en 1995 y el Premio latinoamericano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP), auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida, en 1997.
En el mismo tenor que la Fundación Gabo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), de la que don Javier Darío fue fundador, director ejecutivo y miembro del consejo directivo, consideró que no solo fue “un maestro del periodismo, sino que fue esencial en al defensa de la libertad de prensa”.
En febrero de 2010, la Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, OCLACC (hoy SIGNIS ALC) le entregó el Premio Comunicador de la Paz, en la categoría de trayectoria en vida, por su trayectoria periodística y promover una cultura de paz, de la solidaridad y del respeto a los derechos humanos, tanto como por defender la democracia.
Descanse en paz.