Entrevista con el artista Timothy P. Schmalz: Creo que el papa Francisco no ve esto solo como una obra de arte, si no como una manera de compartir una especial oración que pesa 3,5 toneladas”.El domingo, 29 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco descubrió ante el público una escultura de tamaño natural llamada Angels Unawares, una obra del artista canadiense Timothy P. Schmalz.
“No podemos permanecer con el corazón anestesiado, ante la miseria de tantas personas inocentes”, afirmó Francisco durante la celebración de una misa especial por la 105º Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado en la Basílica vaticana y momentos antes de inaugurar la obra de Schmalz fuera de ella. “No podemos sino llorar. No podemos dejar de reaccionar”.
Timothy P. Schmalz afirma que el “mejor comienzo poético” para su obra es la Biblia y Jesús. “Para esta escultura, cuando me pidieron que era una obra para la Sección de Migrantes y Refugiados, yo me volqué por completo hacia una de las cosas que considero más puras: la Biblia”.
Los miles de transeúntes que visitan la Plaza de San Pedro a diario reaccionan ante la escultura de bronce, algunos sorprendidos, otros más, deteniéndose en los detalles; 100 rostros de migrantes, entre ellos, un hombre judío con las maletas al lado una mujer musulmana con el velo, en brazos sus ultimas pertenencias, otra prófuga embarazada que se toca el vientre y un niño refugiado.
“Cuando miras las esculturas o estatuas que están alrededor de San Pedro ves que muchas están desgastadas por el tiempo. Pero lo que no debemos dejar, es que se desgaste nuestra fe y ojalá que esta obra sea un ejemplo vivo de la vivencia de nuestra fe en Dios y en la humanidad”, afirmó el artista.
El pasaje de la Biblia que le ha traído inspiración es la cita de (Hebreos 13:2): “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. De hecho, la obra de Schmalz, se llama Angels Unawares (Ángeles sin saberlo)”. En esa cita encuentra la belleza que necesitaba transmitir en su obra.
“Esto fue escrito hace 2000 años: ¿Qué otra verdad eterna es más evidente? Eso es lo que estaba en mi escultura y el resto fue fácil. Bueno, en realidad, me llevó un año hacer todo el trabajo”.
“Yo creo que la mayor verdad que tenemos en este mundo es la Biblia y el cristianismo. Y eso es lo que motiva todo mi arte. Creo que como artista si te concentras en ser un instrumento de Dios puedes lograr algo que tenga verdaderamente sentido. Personalmente, llevo una vida espiritual muy centrada y esto es lo que me mueve”.
El artista contó a Aleteia el gesto sin palabras de agradecimiento del Papa el día del descubrimiento de la obra en la Plaza de San Pedro, pues, ambos no hablan el mismo idioma. El Papa Bergoglio no hablaba inglés y el artista no hablaba español, pero con el cuerpo lo dijo todo: El Papa se inclinó casi 180 grados hacia delante y se llevó las manos cruzadas sobre los hombros. “Eso me pagó de todo los esfuerzos”.
“Aquí debo mencionar una cosa sobre Homeless Jesus y Angels Unawares. Es interesante que si uno observa la escultura de Jesús mendigo no le puede ver el rostro. Del mismo modo, tampoco puedes ver los ángeles, solamente puedes admirar sus alas (en el centro de la obra). Cuando yo decidí esconder la cara de Jesús lo hice porque representaba a todos, en esta nueva obra hay muchos rostros”.
La escultura de “Angels Unawares” fue generosamente donada por la Rudolph P. Bratty Family Foundation. A saber, Rudolph Peter Bratty, su esposa Carolina y su familia. El apoyo de esta familia canadiense a la escultura sirve como testimonio de su visión, compromiso y del espíritu de esperanza que encarna todos los nuevos comienzos.
“Considero que esta obra es bastante única, como la de Homeless Jesus (Jesús mendigo), me siento más como un instrumento, como un traductor visual de la Biblia, estoy traduciendo sus textos al bronce. Creo que el Papa Francisco no ve esto solo como una obra de arte, si no como una manera de compartir una especie de oración que pesa 3,5 toneladas”.