Se estrena en todo el mundo una triple casualidad, un concierto histórico, una película póstuma y una inigualable invitación a seguir a Dios
Se estrena en todo el mundo Amazing Grace, un documental sobre la grabación del disco más vendido en toda la carrera de Aretha Franklin y el álbum de góspel en vivo más vendido de todos los tiempos. Entiéndase que la cosa no es moco de pavo porque Franklin fue considerada en 2008 la mejor cantante de todos los tiempos por la revista Rolling Stone y entró en 77 ocasiones en la prestigiosa “Billboard Hot 100”, una lista de popularidad de los discos más vendidos en todo el mundo.
Pero además, Amazing Grace es una curiosidad cinéfila, porque se trata del film póstumo de Sidney Pollack, director de películas como Memorias de África o La tapadera.
Resulta que en enero de 1972, en la Iglesia Bautista Misionera New Temple de Los Angeles, junto al rebaño del reverendo James Cleveland y con el apoyo del Coro de la Comunidad del Sur de California, Pollack decidió filmar un concierto de góspel que probablemente, no sabía que iba a hacer historia.
De hecho, la grabación debió de ser tan atropellada o tan caótica, que a alguien se le olvidó una herramienta fundamental cuando se rueda una película en cine, la claqueta.
Aunque pueda parecer una estupidez, la claqueta es un elemento básico para rodar una película. Provoca un pico en el sonido en una fracción de segundo muy concreto que sirve para sincronizar varias cámaras que graban al mismo tiempo o para “casar” la imagen y el sonido si es que han sido grabados por separado, algo que suele ocurrir. Es decir, sin la claqueta resultaría muy, pero que muy complicado “acoplar” dos o tres cámaras que grabaran a la vez, por ejemplo, un concierto. Pues bien, esto mismo es lo que le pasó a Pollack.
Por esta razón, las imágenes del concierto de Aretha Franklin estuvieron guardando el sueño de los justos en las catacumbas de la Warner Bros hasta que Pollack le pasó el bruto al músico Alan Elliott por si tenía más paciencia y conseguía sacar adelante ese material.
Y en efecto, Pollack dio en el clavo. Porque Elliot, que nunca antes había figurado como director en una película, se vio apareciendo en los créditos de una película como co director de un film junto al mismísimo Sidney Pollack. Resulta que Elliott pudo casar las imágenes con el sonido y consiguió darle forma al evento musical que sin saberlo en su momento, iba a hacer historia.
El resultado de todo esto es un documental hermoso pero sobre todo, inspirador. Las letras de Frankiln con si inigualable voz hablan de Dios y de ver la luz y de la paz y de la alegría de encontrar a Jesucristo. Puede que el origen protestante difiera en algunos conceptos del cristianismo pero en conjunto es una obra llena poseía y de vitalidad. Y Aretha Franklin fue sin duda, su mejor altavoz.
De hecho, el propio término “góspel” viene, según las fuentes, de la expresión “god spell” (hechizo de Dios o llamada de Dios) y su música, en definitiva, no deja de ser una invitación llena de ritmo para conocer a Dios.
No me extrañaría por tanto que Amazing Grace se convirtiera en una fábrica de conversión al cristianismo porque con la voz de Aretha Franklin, sencillamente, es inevitable dejarse llevar. Hasta el mismísimo Mick Jagger disfrutó en directo en aquel invierno de 1972 de la poderosa e inspiradora voz de Aretha Franklin. Una mujer que fue muchas cosas además de una voz imponente. Una luchadora por la raza negra, una instigadora de los derechos de la mujer y un excelente altavoz de Dios. En este mundo terrenal, más no se puede pedir. Es lo que hay.
Ficha Técnica
Título original: Amazing Grace (2018)
País: Estados Unidos
Dirección: Allan Elliott y Sidney Pollack
Reparto: Aretha Franklin, Reverand James Cleveland, C.L. Franklin, Alexander Hamilton, Bernard Purdie, Chuck Rainey, Clara Ward, Mick Jagger, Sydney Pollack, Charlie Watts