Esta causa de muerte supera a los fallecimientos por accidente de tráfico. Los expertos piden atención al sufrimiento psíquico por parte de las autoridades.Casi 300 niños y jóvenes menores de 30 años se suicidaron en el año 2017. Es la cifra oficial que arroja el Instituto Nacional de Estadística y supone el mayor número de muertos por esta causa en los últimos 12 años (no se disponen de cifras posteriores por el momento).
Ante esta situación tan alarmante, que además supone un incremento de 3,1% respecto al año anterior, la Confederación Salud Mental España acaba de poner el foco en esta cuestión para que el Gobierno tome medidas en la sanidad pública.
Según los datos del INE, se produjeron en el 2017 un total de 3.679 muertes por suicidio, lo que significa en España cada día 10 personas se quitan la vida.
En el grupo de edad comprendido entre los 15 y 29 años, el suicidio es la tercera causa de mortalidad. Algo que lleva a los expertos a reclamar prevención y un Plan de lucha contra la conducta suicida.
El presidente de la Confederación, Nel González Zapico, subrayó que “el suicidio se puede prevenir” pero para ello es necesario intervenir con “medidas eficaces y adecuadas”. Lo vinculó, además, a los problemas económicos que afectan a una buena parte de la población española, con un 14% de personas en desempleo.
Te puede interesar:
El paro de larga duración perjudica la salud mental
“No podemos permitir -dijo González Zapico- que personas que viven una situación de primera necesidad no reciban la atención adecuada”. En su opinión, el sistema sanitario español “obvia y deja de lado la atención al sufrimiento psíquico y los problemas de salud mental”.
La confederación organizó, la semana pasada, la jornada Conect@ con la vida, con la intervención de todos los profesionales relacionados con esta problemática.
Desde el sector involucrado se pide al Gobierno la creación de un Teléfono de atención al riesgo suicida, que sea “de carácter público, gratuito y, de tres cifras, fácil de recordar (como ocurre con el 016, para la atención a las víctimas de violencia machista), con lo que se aseguraría así la atención, seguimiento y control profesional que esta situación necesita”.
Te puede interesar:
Espiritualidad y salud mental, ¿opuestos o aliados?