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Camino de las Misiones: Un recorrido que cautiva por su espiritualidad

CAMINO DE LAS MISIONES
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Rodrigo Houdin - Aleteia Paraguay - publicado el 21/09/19
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La peregrinación que recorre los pueblos de las misiones jesuíticas de Paraguay, Argentina y Brasil culminó luego de 29 días de caminata con 750 kilómetros recorridos. Algunos peregrinos contaron a Aleteia sus impresiones, tras su encuentro cercano con el legado jesuítico guaraní. El recorrido que comprende el paso por 30 pueblos jesuitas de Paraguay, Argentina y Brasil, es un producto público- privado, que se enmarca dentro del turismo religioso y fue lanzado con el nombre “Camino de las Misiones”.

Transitar por caminos de tierra, rodeado de tranquilidad y sintiendo el abrazo de la naturaleza. Este es un itinerario interactivo, donde la superación de los desafíos personales se suma la libertad y permite al peregrino tener contacto con el legado jesuítico guaraní por tres países sudamericanos.

Los peregrinos caminaron en compañía de guías expertos en historia de las misiones jesuitas guaraní, en un recorrido que incluye a siete sitios declarados como Patrimonio Mundial por la a Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

 

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El camino de las misiones es una experiencia que eleva la espiritualidad y rodeada de paz, según el relato de los primeros peregrinos que lo recorrieron.


JESUITS
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Una experiencia que cautiva por su espiritualidad

María Nilsa Colpani, tiene 64 años, es jubilada y vive en Florianópolis, Brasil. Ella formó parte de los peregrinos que realizó el recorrido a lo largo de Paraguay, Argentina y Brasil. En contacto con Aleteia dijo que realizar los 750 kilómetros del Camino de las Misiones, fue una experiencia que jamás olvidará.

“Cada pueblo visitado nos recibió con mucho cariño y alegría. Estoy muy emocionada por haber realizado el recorrido. Para mí, el Camino de las Misiones fue lo más importante que hice en mi vida y agradezco a Dios por ello. Este camino es algo que todos deberían conocer”, expresó sin ocultar su emoción.

La peregrina brasilera relató que el recorrido iniciaba alrededor de las 06.00 am, a pesar del frío, la lluvia o el calor. Destacó el parecido que tienen entre sí todos los pueblos recorridos durante la travesía.

La mujer señaló que, durante el trayecto, pudo evidenciar los conocimientos que lo indígenas guaraníes adquirieron gracias a los misioneros europeos. La mujer asegura que quedó “cautivada por la espiritualidad” que se vive durante el recorrido. “Es una experiencia que llega mucho al corazón”, agregó.

Mariano Leal de Paula tiene 64 años y también es jubilado. El peregrino se sumó al Camino de las Misiones desde Cuiabá, Mato Groso, Brasil, y no ocultó su alegría por haber realizado el camino de los jesuitas por los tres países de la edición 2019.

“Vuelvo con asombro y con las mejores impresiones. Adquirí mucho conocimiento y la rica historia misionera. La historia y la esencia, es similar para todas las reducciones”, destacó.

Leal de Paula dijo a Aleteia que del territorio misionero lo dejó con las mejores impresiones. Destacó la belleza natural, la prosperidad y la calidez de los “generosos” pobladores.

“Al conocer a profundidad la historia misionera, me siento como un guaraní. Quiero invitar a los jóvenes y personas de todas las edades a creer y valorar el Camino de las Misiones. Este es un producto auténtico, sencillo y económico”, destacó.

El Camino de las Misiones partió el 17 de agosto en San Ignacio Guazú, Misiones, Paraguay y culminó el pasado 15 de setiembre, en Santo Ângelo, Brasil.

Más imágenes del recorrido aquí (hacer click en galería): 

Las mujeres que impulsaron la travesía

Marta Benatti, oriunda de Santo Ângelo, Rio Grande, Brasil y Olga Fisher, de Encarnación, Itapúa, Paraguay, son las mujeres que impulsaron la internacionalización del Camino de las Misiones. Fue Benatti quien hizo de nexo para que Argentina se sume a la travesía.

El Camino de las Misiones es un producto que nace en Brasil, desde una agencia de viajes, y comienza a operar en el año 2001, dentro de los siete pueblos jesuíticos de este país. La experiencia de este país inspiró a que esto se replique en Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.

Marta Benatti lleva al menos 15 años de peregrinación por todo el mundo. Ella explicó a Aleteia que el Camino de las Misiones, en su edición brasilera, está inspirado en el recorrido europeo de Santiago de Compostela.

Por su parte, Olga Fisher, presidenta de la Cámara Paraguaya de Turismo de las Misiones Jesuíticas (Ruta Jesuítica), relató a Aleteia que el Camino de las Misiones es “un sueño hecho realidad”. Explicó que desde hace varios años se pensó en una ruta internacional que conecte a los pueblos jesuitas, lo que antes parecía imposible.

En el mes de agosto del 2018 se dio el primer recorrido experimental, en febrero del 2019 se lanzó otro grupo, y en agosto del 2019 se realizó el lanzamiento oficial.  Los peregrinos adquirieron un paquete y fueron acompañados por un vehículo de asistencia, según explicó Fisher.

Este producto es comercializado por la Ruta Jesuítica y operados por la Agencia La Misión Group en Paraguay, en Argentina por la Agencia Verdagua y en Brasil por CaminhoDasMissoes.

 

CAMINO DE LAS MISIONES

Camino de las Misiones-PARAGUAY

Turistas seducidos por el legado jesuita

Según datos de la Cámara Paraguaya de Turismo de las Misiones Jesuíticas (Ruta Jesuítica), el turismo vinculado a las misiones guaraní registra visitas durante todo el año.

Las visitas a la Ruta Jesuítica del Paraguay, a nivel nacional e internacional, tienen un crecimiento sostenido del 20% anual desde el 2010, año en que bajo una alianza público – privada se estableció el recorrido en base al legado jesuita.

Datos del Observatorio Nacional de Turismo (Observatur), de la Secretaría Nacional de Turismo, indican que entre el 2013 y el 2018, unos 500.000 turistas llegaron hasta las Misiones Jesuíticas Guaraní, de San Cosme y Damián, Santísima Trinidad y Jesús Tavarangue; en su mayoría, provenientes de Brasil y Argentina.

La Ruta Jesuítica es un circuito que recrea el paso de la Compañía de Jesús por el Paraguay. Los jesuitas formaron junto a los guaraníes poblaciones que se caracterizaron por la excelencia en el arte y la cultura.

Las fundaciones fueron más de 50 pero solo 30 fueron los pueblos que lograron consolidarse, 8 de los cuales se encuentran en territorio del Paraguay. San Ignacio Guazú, Santa María de Fe, Santa Rosa, Santiago, San Cosme y San Damián, Itapúa (la actual ciudad de Encarnación), Santísima Trinidad del Paraná y Jesús de Tavarangué, forman parte del legado jesuítico guaraní en suelo paraguayo.

 

CAMINO DE LAS MISIONES

Camino de las Misiones-PARAGUAY

Las primeras reducciones del Paraguay

Los misioneros jesuitas llegaron al Paraguay en 1587, pero la misión regresó por problemas administrativos. En 1607 el P. Diego de Torres fue designado como Provincial de la nueva Provincia Jesuítica del Paraguay, que incluía los territorios actuales de Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y partes del Brasil. Un territorio de 490 mil kilómetros cuadrados.

El sacerdote jesuita, experto en cultura guaraní, Bartomeu Meliá, destaca en sus escritos que la presencia jesuita en la región era un proyecto “anti colonial en medio de la colonia”. Eran unos 60 sacerdotes quienes orientaban y administraban poblaciones habitadas por unos 150.000 indígenas de las tribus guaraníes.


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San Ignacio Guazú fue la primera reducción jesuítica del Paraguay y fue fundada en 1609. Con el transcurrir de los años se fundaron, además, Santiago, San Cosme y Damián, Jesús Tavarangué, Nuestra Señora Santísima Trinidad, Santa María de la Fe y Santa Rosa de Lima.

Las reducciones jesuíticas constituyeron una conquista espiritual y funcionaban como refugio para los guaraníes, quienes entonces estaban a merced de los colonizadores y de los bandeirantes. Cientos de miles de nativos se salvaron de ser vendidos como esclavos.

Los guaraníes fueron instruidos por en arte y cultura. Cada reducción contaba con un colegio, un templo muy espacioso, talleres y casas de indios. Las fundaciones tenían un modelo cooperativo que buscaba dignificar a los nativos.

En el año 1768 el Rey Carlos III dio la orden de expulsar de todos los territorios que pertenecían a España. En 1927, a  pedido del monseñor Sinforiano Bogarín, los Jesuitas regresaron al Paraguay.

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