Utopía para algunos, liberación para otros, preparar de una vez todas sus comidas de la semana, revoluciona la vida cotidiana de quienes se aventuran a elloLiteralmente, batch cooking significa cocinar en lotes, por grupo. Concretamente, pasar dos o incluso tres horas en la cocina los domingos para cocinar por adelantado pequeños platos para toda la semana.
¡Atención, no se trata de hacer un gratinado de tamaño XXL que durará toda la semana! Se trata de preparar al mismo tiempo, en una lógica de optimización, diferentes bases que solo tienes que armar cuando llegue el momento.
Por ejemplo, cocina una gran cantidad de lentejas o calabacín, luego úsalos en diferentes platos. Todo esto requiere una buena gestión de conservación de alimentos, en el refrigerador o congelador, con pequeñas etiquetas para recordar la fecha de fabricación. Una disciplina relativamente restrictiva para aquellos que no son fanáticos de los fogones, pero cuyos múltiples beneficios lo hacen pensar dos veces.
1Se ahorra tiempo
Preparar todas las comidas de la semana a la vez te ahorra mucho tiempo. Por un lado, no haces cola cada dos tardes en la esquina del supermercado, por otro lado, pelar y cocinar diez papas en lugar de tres solo toma algo más de tiempo: los utensilios y las cazuelas siguen siendo los mismos.
2Menos carga mental
¿Quién no ha sentido el agobio, al final del día, con la pregunta de siempre: “¿qué voy a cocinar para la cena? Si tus menús están listos los domingos y las verduras están cocinadas, durante cinco días a la semana tendrás mucho tiempo para interesarte en algo que no sea el contenido de los platos. ¡Una bienvenida liberación psicológica en este tiempo de regreso a la escuela!
3Más disponibilidad
Ahorro de tiempo y libertad mental que te hacen más disponible para tus seres queridos. Tal vez incluso tengas tiempo para leer un cuento o jugar con ellos mientras la cena se calienta en el horno. E inevitablemente, la atmósfera que era eléctrica cuando tenías que preparar una sopa mientras supervisabas la tarea se vuelve inmediatamente más serena.
4Menos desperdicios
Los menús se establecen de antemano, y los platos se realizan en consecuencia. Evitamos estas pequeñas compras que finalmente se quedan en un rincón de la nevera y mueren sin previo aviso. Y todo está inteligentemente estudiado para “recuperar” la comida en lugar de tirarla: demasiada verdura asada se reutiliza en el pastel al día siguiente.
5Comidas sanas y equilibradas
Pensar con anticipación en los menús te facilita una cocina mucho más saludable, pues compras menos comida procesada por no saber qué cocinar a última hora. No más pastas congeladas y eternas, tienes tiempo para cocinar verduras de temporada y variar los sabores.