Fue presidido por primera vez Celestino Aós, administrador apostólico de Santiago, quien revestido con su hábito capuchino y una sencilla estola realizó una oración más que una homilía.La Catedral Metropolitana de Santiago vivió un nuevo Te Deum (cántico de acción de gracias a Dios que se realiza en los momentos más importantes de la vida de la Iglesia y de un país) que nació en 1811 con el proceso de independencia y así dar gracias por Chile.
En esta oportunidad fue presidido por monseñor Celestino Aós, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santiago, quien revestido con su hábito capuchino y una sencilla estola realizó una oración más que una homilía. En su mensaje pidió al país un desarrollo bajo la “mirada del respeto”, remarcando que todos construimos el país: pueblos originarios, inmigrantes y chilenos.
Aós también agradeció “por los que cuidan la vida desde el primer momento de su concepción hasta el último suspiro”. “Cada vida, cada persona, es valiosa en sí misma y no se puede valorar por su producción o rendimiento”, y agregó “(…) Porque la vida y el amor se cuidan en el matrimonio y la familia, te damos gracias por todos los que viven su matrimonio y su familia con fidelidad y generosidad; y por todos los que ayudan y protegen al matrimonio y la familia”, indicó.
Después, el administrador apostólico de Santiago dijo que como país y sociedad “tenemos problemas, limitaciones, heridas y pecados”. Ante ello, llamó a “colaborar” sin “enfrentamientos” mediante el diálogo y el respeto.
Aós no abordó directamente los casos abusos en la Iglesia, pero lo insinúo de la siguiente manera: “Señor, Dios eterno, tenemos problemas, limitaciones, heridas y pecados, tú nos convocas hoy a las fiestas patrias y tú nos orientas hacia lo positivo”, concluyó.
Luego de la homilía, destacó especialmente la entrega de ofrendas por diversos grupos representativos de los migrantes, pueblos originarios, la familia, y un guiño a los temas medioambientales.
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Finalmente, la acción de gracias y peticiones contó con la intervención de representantes de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, Asociación Cristiana de Jóvenes, Iglesia Evangélica Luterana, Iglesia Anglicana, Iglesia Metodista, Misión Evangélica Wesleyana y Ejército de Salvación, interviniendo posteriormente representantes de las comunidades Judia y Musulmana.
Por su parte, el presidente de la República, Sebastián Piñera, una vez concluida la ceremonia afirmó -sobre los abusos en la Iglesia- que “la única forma de superar esta situación es reconociéndolos, pidiendo perdón”.
En Chile cada diócesis celebra un Te Deum, abordando las contingencias propias de su zona, es así como a la misma hora que se realizaba en Santiago, la Arquidiócesis de Concepción también vivía y su propio encuentro, donde monseñor Fernando Chomalí en su homilía abordó a la situación del pueblo mapuche y animó a todos los sectores y especialmente al Gobierno a promover su definitivo reconocimiento: “No tengamos miedo de reconocer constitucionalmente al Pueblo Mapuche”.
Chomalí concluyó su mensaje expresando que “que Dios nos asista con su luz, su sabiduría y su amor en estos tiempos que nos ha tocado vivir, y entregar lo mejor de nosotros mismos para dejarle a las próximas generaciones lo que a nosotros la vida nos negó. Que Dios nos bendiga y la Virgen María nos cubra con su manto”.
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