El Pontífice asistió a una Hora Media en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas en Madagascar
En Antananarivo, Madagascar, este sábado 7 de septiembre, el papa Francisco asistió a una Hora Media en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas.
En este evento, ha dejado de lado el discurso preparado y dijo que Santa Teresita del Niño Jesús le acompaña para mitigar su “neurosis”.
Francisco instruyó a las religiosas de clausura para que pidan ayuda, sepan dialogar y busquen el camino de la santidad. Advirtió del peligro de pensar que al entrar en el convento han dejado fuera de la puerta el diablo, pues Jesús, advertía, que luego él vuelve tentador con siete demonios más y no haciendo ruido, sino se presenta “educado”, sofisticado.
Para describir las tentaciones del convento, el Papa contó la historia de dos religiosas: una joven novicia y la otra una religiosa mayor neurótica.
Santa #TeresadelNiñoJesús es una de las santas que más nos habla de la gracia de Dios y de cómo Dios nos cuida, nos toma de la mano y nos permite escalar ágilmente la montaña de la vida si nos abandonamos totalmente a Él.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 1, 2021
Al final, reveló que la religiosa joven era Santa Teresita del Niño Jesús (2 de enero de 1873, Alenzón, Francia – 30 de septiembre de 1897, Lisieux, Francia) y que la anciana era sor San Pedro que iba aún al coro y al refectorio y tenía problemas físicos para moverse. Diez minutos antes de las seis, era necesario que una hermana se tomase la molestia de conducirla al refectorio.
A Santa Teresita del Niño Jesús le costaba mucho ofrecerse para prestar aquel pequeño servicio, pues sabía que no era cosa fácil contentar a la pobre sor San Pedro, la cual sufría mucho, contó Francisco.
No obstante, la joven novicia no quería perder “aquella hermosa ocasión de ejercitar la caridad” acordándose de que Jesús había dicho: “Lo que hicieres al más pequeño de los míos, a Mí me lo habéis hecho”.
“Esa Teresa, ahora acompaña a un viejo”, dijo el papa Francisco al referirse a si mismo. “Quiero dar mi testimonio, porque ella me ha acompañado en cada paso, me ha enseñado a dar los pasos necesarios…a veces soy un poco neurótico y le digo que se vaya, como sor San Pedro, a veces la escucho, los dolores no me dejan escucharla bien, pero es una amiga fiel”.
Ante algunas decenas de religiosas en la capilla principal, el Papa aseguró que no hablaba de teorías, sino de algo que conoce bien” al referirse a las tentaciones de la vida religiosa y comunitaria.
Francisco ha dejado el discurso preparado y habló con el “corazón”. Destacó la valentía de seguir a Dios y de la lucha espiritual que dura toda la vida. “Es verdad que el trabajo más arduo lo hace él, pero se necesita valentía para dejarlo obrar”.
El Pontífice invitó a las religiosas de clausura a expresar lo que sienten cuando perciban alguna amenaza a su “serenidad”, incluso si la amenaza proviene de su director espiritual.
Rezar siempre y hablar con la priora, recomendó, “aunque no sea el premio Nobel de la simpatía”. “Por favor, hermana, si sientes algo extraño, habla enseguida….Si Eva hubiera hablado a tiempo: ‘Señor, mira esa serpiente, me propone esto’, Eva no habló y sucedió un desastre”.
Por eso, indicó su relación espiritual con Santa Teresita del Niño Jesús, que muestra a los religiosas y religiosas la dirección, hecha de pequeños gestos de amor, para el camino de la santidad. “¡Vayan adelante, valientes!”, se despidió el Papa.
El Pontífice proseguiría su programa en Madagascar esta tarde con un encuentro con los obispos del país. Del mismo modo, visitará la tumba de la beata Victoire Rasoamanarivo y también disfrutará de una vigilia con los jóvenes.