La basílica de santa Clara de Asís es una pequeña réplica de la Iglesia superior de san Francisco.
La iglesia comenzó a construirse, 4 años después de la muerte de Santa Clara, entre el 1257 y 1265, alrededor de la antigua iglesia de San Giorgio, que hasta 1230 había conservado los restos mortales de San Francisco. Los restos de la santa fueron transferidos en 1260, mientras que la consagración solemne tuvo lugar en 1265, en presencia de Clemente IV. Las obras de construcción fueron realizadas por el arquitecto Filippo da Campello.
La cripta que hoy alberga la tumba de la santa fundadora de la segunda Orden Franciscana (las clarisas) no se construyó hasta 1850.
Dentro de la basílica se conservan importantes obras antiguas muchas de autores desconocidos, pero la más importante es la que se encuentra en la nave principal. El famoso Crucifijo del siglo XIII que habló a san Francisco en la ermita de san Damián.
De frente al crucifijo se encuentran varias reliquias: El alba de diácono de San Francisco bordado por Santa Clara. La túnica, la capa, el cordón de Santa Clara y una caja de vidrio con su hermoso cabello rubio. Una túnica de san francisco, Una sandalia y un calcetín de San Francisco hechos por Santa Clara. La capucha de san francisco. Un velo negro, un hábito interno, un cilicio y un crucifijo que pertenecían a Santa Clara.