El mensaje de la procesión de la Virgen Rota era simple: todos estamos rotos y necesitamos curaciónLa historia de Kevin Matthews, un presentador de radio muy conocido en Chicago (Illinois, Estados Unidos) cambió para siempre un día que sintió la necesidad de llevar flores a su esposa.
Matthews había sido diagnosticado de una enfermedad muy grave y echado de su trabajo; ese día conducía de regreso a su casa cuando vio una florería y detuvo su coche.
Entró para comprar un ramo y salió con las flores y con una estatua de la Virgen María que había sido puesta al lado de un cubo de basura.
La estatua estaba rota por la mitad y Matthews cuenta en un video cómo la pegó, la reconstruyó y, al mismo tiempo fue reencontrando su camino de regreso a casa, es decir, a la Iglesia católica, a través (o a partir) de la mirada de la Virgen, del rosario y de la petición de una Voz que le dijo que no negara a su Hijo ni la negara a ella.
Una Virgen con sus manos astilladas
El pasado viernes 31 de mayo, cientos de personas marcharon en procesión a la luz de las velas por las calles de Chicago hasta el centro de la ciudad tras de la estatua que llaman Broken Mary (María Rota) bajo el lema “Hay esperanza para los quebrantados”.
Según informó el prestigioso rotativo Chicago Tribune, antes de la procesión, en el templo de St. John Cantius, Matthews, recordó cómo encontró a la Virgen quebrada y cómo, acabando de perder su trabajo y con el diagnóstico de esclerosis múltiple, entró en una florería de Grand Rapids, Michigan, para llevarle flores a su esposa.
Ahí, Matthews vio un contenedor de basura azul. Y para su consternación, tendida en el suelo, junto al contenedor de basura, había una estatua de la Virgen María. “La estatua estaba cubierta de basura. Su cuerpo estaba partido por la mitad y sus diminutas manos astilladas”.
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Con defectos, pero somos amados
El locutor de radio se llevó la estatua rota a casa y la volvió a armar. Pero quedan las grietas y las manos fracturadas. “El mensaje de María Rota es que todos sufrimos algún quebranto”, dijo Matthews. “Todo el mundo. No somos perfectos, tenemos defectos. Pero somos amados”.
El encuentro de Matthews con María sucedió hace ocho años. Desde entonces, según el antiguo locutor de radio, no ha dejado de hacer milagros. El primero de todos, su conversión, y su regreso a casa (fue educado católico, pero se había alejado mucho de la Iglesia).
El mensaje de la procesión de la Virgen Rota el pasado viernes era simple: todos estamos rotos y necesitamos curación, según los organizadores.
“Ella ha pasado de un basurero a ser llevada el viernes sobre los hombros de los hombres en una cama de rosas con una corona”, dijo Matthews el viernes 31 de mayo. “Todos podemos aspirar a esa esperanza. No somos basura. Somos hijos de Dios “.
Mientras tanto, Matthews ha viajado por todo el país con la estatua rota de María, visitando prisiones, centros de rehabilitación de drogas, hospitales y hospicios. En todos lados ha visto cómo los ojos de María enternecen al mundo… y salvan.