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La oración de la Agonía: Visita la Basílica del Getsemaní

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Redacción de Aleteia - publicado el 20/04/19
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Allí, Jesús rezó en agonía, antes de ser traicionado por Judas

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Getsemaní significa “molino de aceite”. Era un espacio abierto en el gran olivar del Monte de los Olivos. Tal y como se hacía en los huertos judíos, se construyó un molino para transformar la cosecha en aceite.

Situado al pie del Monte de los Olivos, al este de la ciudad de Jerusalén, se yergue sobre el valle del Cedrón. Está dominado por los altos muros del monte Moria y por el Pináculo del Templo. A su izquierda se extiende el valle de Josafat con sus numerosas tumbas. El jardín era un lugar aislado donde Jesús se dirigía a menudo con sus discípulos.

Allí rezó en agonía, antes de ser traicionado por Judas (Lucas 22, 39-44). La tradición de este lugar es muy antigua, como muestra el testimonio de Eusebio de Cesarea que, festejando su cumpleaños en el 295 d.C. en los lugares bíblicos, describe Getsemaní como el lugar donde Jesús se retiró a rezar antes de su muerte en la cruz.

Según el evangelio de Lucas, la angustia de Jesús en ese Getsemaní era tan profunda que “su sudor se volvió como gotas de sangre que caían a tierra” (Lc 22, 44)

 

Gracias a la peregrina Egeria, sabemos que en la segunda mitad del siglo IV, se celebraba una liturgia el Jueves Santo “en el lugar donde el Señor rezó”, y que allí había “una bellísima iglesia”. Los fieles entraban en el templo, oraban, cantaban himnos y escuchaban los relatos evangélicos de la agonía de Jesús en el jardín.

Después iban en procesión a otro lugar del Getsemaní, donde se recordaba el arresto. Aquí, en el lugar donde Jesús inició su Pasión, la Custodia de Tierra Santa construyó una basílica imponente, que puede verse desde lejos y que tiene una arquitectura única, realizada por el italiano Antonio Barluzzi.

La Basílica de las Naciones expresa en su arquitectura los últimos momentos de Jesús y su agonía mortal. En un ambiente semioscuro, vemos la luz que ilumina el tabernáculo. Así la atención se dirige al lugar donde se puede no sólo ver, sino también tocar la piedra desnuda, donde según la tradición Jesús vivió su agonía. Los tres grandes mosaicos representan acontecimientos que, según la tradción, se produjeron aquí, en este lugar santo que es venerado por cristianos de todo el mundo.

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