Eres responsable de ti mismo y puedes mejorar tu autoestima, poniendo en práctica una serie de estrategias
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Tanto hombres como mujeres nos enfrentamos a situaciones que nos hacen sentir inseguros, que atacan nuestra autoestima. En la vida de cada persona intervienen factores sociológicos, psicológicos y emocionales desde los primeros años de vida, creando en la propia conciencia un sistema de creencias que se transformaran en comportamientos.
Si desde el inicio se ha sembrado inseguridad personal, desconfianza en uno mismo y baja autoestima, esta perspectiva tenderá a aparecer a lo largo de tu vida. Pero, la buena noticia es que no importa cuánto tiempo hayas vivido con esta inseguridad en ti mismo, pues afortunadamente tiene solución, se puede corregir.
Autoestima baja: ¿cómo te afecta?
Una baja autoestima puede cambiar la conducta de las personas, pues al dudar de su propio valor y no atreverse a salir de si mismas, se crea un círculo vicioso del que es muy difícil escapar. Sabrás que sufres baja autoestima si te suele ocurrir lo siguiente:
- Te sientes inferior a los demás
- Te desmotivas con facilidad y no terminas lo que empiezas
- Evitas cualquier situación en la que puedas fracasar
- Te sigues culpando de tus errores del pasado
- No crees que haya nada especial en ti
- No te sientes atractivo
- Evitas relacionarte con los demás
- No expresas tus ideas u opiniones
- Habitualmente sientes ansiedad y una profunda tristeza
- Eres muy perfeccionista y no valoras lo que consigues
- Te cuesta mucho tomar decisiones
Algunos consejos utiles para potenciar la autoestima
La buena noticia es que tu eres responsable de ti mismo y puedes mejorar tu autoestima, poniendo en práctica una serie de estrategias:
1. Encuentra el origen de tu baja autoestima
Los problemas de autoestima suelen desarrollarse durante la infancia y sus causas pueden ser muy distintas. El principal enemigo de nuestra autoestima es, sencillamente, no hacer nada para mejorarla. La autoestima no depende de lo que consigues, sino de lo que intentas. Solo enfrentándote a tus miedos lograrás romper este círculo vicioso.
2. Sustituye tus objetivos por valores
Los valores son nuestra definición más fundamental, nuestra hoja de ruta. Nos marcan la dirección cuando creemos que nos estamos perdiendo y nos dan energía para seguir luchando.
Tus valores siempre van a estar ahí para que los cumplas y te sientas orgulloso de ti. Gracias a tus valores también podrás conseguir un plus de autoestima cuando más lo necesites. Cada vez que tengas que enfrentarte a un reto, saca tu listado de valores, elige uno, y durante un par de minutos recuerda por qué es importante para ti. Esto aumentará tu autoestima y te protegerá de la ansiedad.
3. Identifica tus verdaderas fortalezas
Además de tus valores, para construir tu autoestima necesitas convencerte de que hay algo bueno en ti. Para encontrar tus fortalezas piensa en cinco logros que hayas conseguido en tu vida. Luego piensa qué características personales positivas son necesarias para conseguir cada uno de ellos. Podrían ser la perseverancia, la curiosidad y la iniciativa. Éstas son tus fortalezas.
Cada vez que te sientas juzgado o cuestionado, repasa mentalmente tu lista de fortalezas y recuerda de dónde provienen. Está demostrado científicamente que así te sentirás más seguro de ti mismo.
4. Convierte tus pensamientos negativos en respuestas racionales
Ahora ya tienes tu conjunto de valores y fortalezas para empezar a creer en ti. Pero nuestras experiencias del pasado, incluso aquellas que ya no recordamos, continúan afectando nuestra vida en forma de “voz interior”. En personas con una autoestima sana esta voz suele ser amable y reconfortante.
El problema es que esa voz interior con frecuencia es irracional. Tratar de racionalizar los pensamientos irracionales es un buen medio para gestionar el ansia y la inseguridad personal. Crea el hábito de identificar y cuestionar tus pensamientos negativos y empezarás a disminuir su efecto sobre ti.
5. Perdónate a ti mismo con una sana autocompasión
La autocompasión consiste en tratarte con la misma empatía con la que tratarías a ese amigo tuyo. Significa darte apoyo y ser comprensivo contigo, en lugar de criticarte y juzgarte. Implica aprender a calmarte y reconfortarte para volver a intentarlo, en lugar de castigarte cada vez que cometes un error. Cada vez que te descubras a ti mismo castigándote, sustituye tu voz crítica por esta voz compasiva. Tu autoestima lo agradecerá.
Para reprogramar tu mente y crear esa personalidad que quieres, se requiere un proceso paso a paso, que te ayudará generar patrones de pensamiento y emocionales que te ayudarán a transformarte en la persona que quieres ser, a adquirir una psicología de éxito y tenacidad.