Tras la separación o el divorcio, los hijos siguen necesitando a su padre y a su madre. ¿Cómo vivir bien esta nueva etapa?Cuando una pareja se ha roto, queda por delante la crianza y la educación de los hijos. Si han decidido finalmente asumirla en custodia compartida, esto supone que constantemente hay que decidir planes en los que “el otro” encaje. No es fácil, pero los hijos agradecen que tanto el padre como la madre estén pendientes de ellos.
Para que esta tarea no genere conflictos, hay que tener claro el punto de partida (que es el bien de los hijos) y estar dispuesto a armonizar nuestra organización con la de la otra parte.
A continuación puedes leer 5 ideas que te ayudarán a cuidar la custodia compartida:
No olvides que tenéis una misión en común
A pesar de que como pareja no ha ido bien vuestra relación, tenéis una gran misión en la vida, que se traduce en vuestros hijos. Y esa misión es algo que vais a tener en común siempre. Distingue entre ser pareja y ser padres. No querer a la otra persona como pareja no ha de ser obstáculo para que la respetes y la valores como padre o madre de tus hijos. Eso te hará pasar por encima de momentos en que es difícil el diálogo.
Procura facilitar lo estipulado
Si ha quedado regulado (por sentencia judicial, por un notario, por un acuerdo verbal) entre vosotros qué tipo de relación tendrán los hijos con uno y otro, lo mejor es que sigas lo que está escrito. Horarios, días de la semana, festivos, vacaciones, manutención… Tener el detalle de ser puntual al recoger a los niños y mantener el calendario establecido son aspectos que la otra persona agradecerá, aunque no te lo diga. Eso, a su vez, genera tranquilidad y confianza en la otra parte. No alteres sus planes a última hora sin una razón grande que los justifique.
Los niños lo perciben todo
Detectan una mala cara, un nerviosismo, un agobio, un rencor, un cansancio… Tus hijos agradecerán que les trates como merecen.. Por eso dedícales tiempo de calidad cuando estén contigo y no conviertas los momentos de intercambio con el otro padre (o madre) en una situación embarazosa.
Habla siempre bien del otro
Delante de los niños subraya la parte positiva del otro padre (o madre). Deja para cuando sean mayores la explicación de por qué se rompió vuestra relación: ahora son pequeños y no pueden comprender la dimensión de lo que ha ocurrido. No tires de los hijos para que te prefieran a ti. Busca que vean el mejor lado posible de su padre (o madre).
Mima la custodia compartida
Cada caso es singular, pero la custodia compartida permite que el niño crezca con la figura materna y paterna. Por lo tanto, es la solución deseable en caso de separación o de divorcio (siempre que pueda darse). Actúa con generosidad para que los dos podáis encontrar soluciones a vuestra situación.
A veces ya es difícil en un matrimonio o pareja conciliar la familia y el trabajo, de modo que cuando uno de los dos asume la tarea en solitario por unos días puede ser todavía más costoso. La enfermedad o los asuntos laborales hacen que suela haber complicaciones.
Pedid ayuda a vuestros amigos y, cómo no, a la familia, especialmente a los abuelos de los niños y a sus tíos. En eso los niños han de notar que siguen teniendo una familia que les quiere.
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