Cada año, los cristianos representan el grupo más perseguido en todo el mundo a causa de su fe. Frente a esta situación, los representantes electos de Europa se organizan para hacer sonar las alarmas. Es notable el caso de Italia, donde un grupo de trabajo parlamentario acaba de constituirse para proyectar la voz de los cristianos perseguidosLas cifras son más que alarmantes. En todo el mundo, 245 millones de cristianos sufren situaciones de privación, de injusticia o incluso de violencia por motivo de su fe en Jesucristo. Y lo que es peor, la situación se agrava con el paso de los años. En 2018, más de 4000 personas pagaron su fe con la vida, frente a las 1200 personas muertas dos años antes. Unas 3000 están entre rejas por la misma razón.
Como en otros países europeos, el Parlamento italiano se organiza ahora para arrojar luz sobre esta triste realidad. Conscientes del drama, los representantes de la Cámara de los Diputados italiana han decidido crear una célula de trabajo para estudiar esta preocupante situación. El 27 de febrero se anunció la creación de un intergrupo parlamentario para la defensa de la libertad de religión de los cristianos. En efecto, la gravedad de este tema exige, según los diputados, una reflexión más allá de los límites partidistas.
Representantes de todos los colores
Mejor aún, estos profesionales de la política desean contar con personas con experiencia de primera mano del sector asociativo. El objetivo, según explicaron durante la conferencia de creación del grupo, es “crear un vínculo” entre los distintos actores y levantar el “velo de silencio” que cubre con demasiada frecuencia estas situaciones injustas, en particular en Oriente Próximo, cuna del cristianismo. Hay que hacer todo lo posible, valoran, para cerrar “la hemorragia” priva a ciertas tierras de sus fieles.
Los diputados italianos no son los primeros en configurar un grupo de trabajo de este tipo. La Asamblea Nacional francesa reúne, desde el verano de 2014, a un grupo de análisis sobre los cristianos de Oriente. El objetivo, según los precursores, es seguir específicamente la situación de minorías cristianas que, según subrayaron en aquel momento, “se ha deteriorado drásticamente en el transcurso de los últimos años”.
En su seno hay cargos electos de todos los colores políticos que acreditan el hecho de que la defensa de esta causa sobrepasa claramente las desavenencias ideológicas. Este grupo se reúne con especialistas de manera más o menos informal y a intervalos irregulares.
Al año siguiente, la otra cámara del Parlamento francés, el Senado, lanzó su propio grupo de reflexión sobre los cristianos de Oriente. Cerca de 130 senadores —una vez más, venidos de todo el espectro político— se unieron de inmediato a las reuniones.
“El vergonzoso y cómplice silencio de tantos”
Cómo no escuchar en la creación de estos grupos el eco de la voz del papa Francisco en el hemiciclo del Parlamento Europeo en Estrasburgo. En noviembre de 2014, en una visita a esta institución, el Pontífice se manifestó en contra de “las numerosas injusticias y persecuciones” en diversos lugares del mundo contra las minorías religiosas cristianas.
De pie ante los diputados europeos, el Papa denunció “el vergonzoso y cómplice silencio de tantos” frente a los actos de violencia bárbaros que sufren los cristianos en diferentes puntos del globo. Sin embargo, también destacó que “los cristianos representan en el mundo lo que el alma al cuerpo”.
Un mensaje que parece haber sido escuchado ya que, menos de un año después, los eurodiputados se dotaban también de un grupo de estudio sobre los cristianos de Oriente. “Los cristianos son humillados, acosados, asesinados y perseguidos por [la organización Estado Islámico] en el conjunto de Oriente Medio, en particular en Siria y en Irak”, explicaba entonces la antigua ministra francesa y eurodiputada Michèle Alliot-Marie, en la iniciativa del proyecto.