Al menos 15 pacientes renales murieron en las últimas horas por el apagón que mantiene sin fluido eléctrico a la casi totalidad de Venezuela desde el juevesAdemás de las muertes confirmadas por la organización no gubernamental “Coalición de Organizaciones por el Derecho a la salud y la vida” Codevida, dos pacientes perdieron la vida en el primer apagón nacional, que superó las veinticuatro horas.
De acuerdo con el director de Codevida, Francisco Valencia, quien además es sobreviviente de trasplante, “el 95% de las unidades de diálisis, y que hoy llegaría al 100%, están paralizadas, debido a la interrupción de la electricidad”.
La información la brindó a Aleteia el Dr. Jaime Lorenzo, presidente de Médicos Unidos de Venezuela, que agrupa a más de 6 mil galenos en todo el país.
“En el segundo apagón -o su continuación, según la zona donde ocurriera, deben haber habido más muertes, porque las plantas fallaron por falta de combustible”, detalló.
“Lo creemos así porque no se vio movimiento de gandolas para suplir el combustible gastado durante las horas de uso del las plantas”, sostuvo el médico.
El especialista, con más de 40 años de experiencia en las gerencia de la salud, advirtió, no obstante, que “la información está comprometida, porque hay quienes están indicando que no hay plantas funcionando pues, según ellos, las plantas tienen que darle luz a todo el hospital; y eso no es así”.
“Hay mucha contradicción y estamos revisando de nuevo toda la información”, insistió.
Sin embargo, los riesgos de muerte por falta de tratamiento debido al apagón ya fue denunciada en la víspera por la gobernadora del Táchira, región ubicada en la frontera con Colombia y una de los más afectadas por la crisis.
La mandataria regional, Laidy Gómez, cifró en 160 el número de pacientes que estaban desde las tarde del jueves sin acceso a diálisis, al tiempo que advirtió la posibilidad de que fallecieran los 11 neonatos atendidos en el Hospital de San Cristóbal por colapso de las plantas eléctricas.
La gobernadora dejó claro también que la imposibilidad de acceder a combustible -tanto gasolina como gasoil- para hacer funcionar las plantas eléctricas en clínicas y centros de salud privados, tenía en jaque las vidas de miles de pacientes.
El masivo apagón ya supera los dos días, aunque la capital, Caracas, vio luz durante unas horas, antes de volver a quedarse totalmente incomunicada. Se trata del peor apagón en la historia de la nación sudamericana.
Ante la falla eléctrica que lleva más de 16 horas, en la Maternidad de el Valle le dan respiración manual con bomba a niños en Unidad de Cuidados Intensivos. #TVVNoticias #TVVenezuela pic.twitter.com/seh623cXsx
— TVV Noticias (@TVVnoticias) March 8, 2019
Aunque el gobierno de Nicolás Maduro atribuye la falta de servicio eléctrico a un sabotaje en El Guri, hidroeléctrica que surte alrededor del 65% de las electricidad del país, no explica las razones del apagón en Caracas, que se surte de Tacoa; ni de Táchira, que recibe electricidad de la represa Uribante Caparo.
Tanto el Colegio de Ingenieros de Venezuela como una protesta reciente se personal de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) acusan a la administración “revolucionaria” de la falta de mantenimiento en el sistema de electricidad del país.
Este sábado, Maduro realizó su primera aparición pública desde que ocurrió el apagón, el jueves. Dijo que habían “avanzado casi un 70% (de restauración del servicio), cuando recibimos al mediodía otro ataque cibernético, lo que perturbó y tumbó todo lo logrado”.
Líderes políticos de oposición han cuestionado que si efectivamente se trató de un sabotaje, ello demostraría la incapacidad de la administración Maduro para responder. Y si no fue sabotaje, confirmaría la falta de mantenimiento; así como una millonaria corrupción.
En las últimas horas, el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, anunció que se haría un “patrullaje intenso” de la Fuerza Armada, a propósito del apagón, lo que avivó los temores de una posible declaratoria de “toque de queda”.
Mientras, la capital venezolana permanece totalmente colapsada, sin electricidad ni agua, incomunicada en sus redes telefónicas residenciales y móviles, sin acceso a internet estable ni al transporte, en un inesperado parálisis en el que sólo se escuchan cacerolazos y un insistente coro de “¡Maduro, como e’ tu madre!”, junto a “¡Maduro, vete ya!