Nació en las primeras décadas del siglo III en Catania, en una familia rica y noble de fe cristiana. A los 15 años quiso consagrarse a Dios y el obispo de Catania aceptó su pedido y le impuso el velo rojo que llevaban las vírgenes consagradas.
El procónsul de Catania Quintianus, en una ocasión vio a Águeda y quedó perdidamente enamorado de ella. Al verse rechazado, hizo uso del decreto de persecución del emperador Decio. La acusó de desprecio por la religión del estado y luego ordenó que la llevaran al palacio pretoriano.
Su impactante martirio
El procónsul allí intentó por todos los medios seducirla pero sin ningún resultado. Furioso, el hombre armó un juicio contra ella.
Águeda fue interrogada y torturada, resistió todo en nombre de su fe: Quintianus, lleno de rabia, también le hizo arrancar sus pechos con unas pinzas enormes.
Pero la joven, después de una visión, donde vio a san Pedro y a un ángel, recibió la sanación de sus heridas.
Finalmente, Quintianus ordenó que la quemaran viva, pero un fuerte terremoto evitó la ejecución.
El procónsul hizo retirar a Águeda de las brasas y la dejó morir agonizante en su celda, donde perdió la vida pocas horas después. Era el año 251 d. C.
Patronazgo
Santa Águeda es patrona de las mujeres con cáncer de mama, nodrizas, enfermeros, bomberos.
También es patrona de la ciudad de Catania, de Gallipoli y de la República de san Marino. Y la invocan también contra los terremotos, erupciones volcánicas y desastres ambientales.
Lugares de Culto
En Catania se rinde una gran fiesta en su honor. Es la festividad religiosa más importante de la ciudad italiana y dura tres días, del tres al cinco de febrero. Comienza con la "A sira ô tri" (la tarde del tres), una espectacular muestra de fuegos pirotécnicos. Desde allí inicia la procesión con la imagen de la santa que culmina el día cinco.
En los tres días dedicados a santa Águeda, los ciudadanos de Catania suelen celebrar las fiestas con un dulce típico dedicada a la santa: las "Minuzze", que en dialecto quiere decir "senos".
A santa Águeda generalmente se la representa en su martirio, o a ella sosteniendo una bandeja con sus senos. Quizás la obra más importante es la de la Santa Águeda curada por San Pedro en la prisión que se encuentra en el Museo del Prado.