La iglesia venezolana exige el ingreso urgente; entretanto, Juan Guaidó denuncia que el régimen de Maduro pretende “robar” la cooperación internacional destinada a los más pobres
El drama de más de 300.000 pacientes crónicos que no reciben medicamentos y adecuada atención sanitaria, así como la falta de alimentos en la población venezolana, sigue en el tapete de las informaciones internacionales debido a la imposibilidad del ingreso de la ayuda humanitaria para Venezuela, proveniente desde centros de acopio ubicados en Colombia, Brasil y una isla del Caribe todavía no identificada.
Nicolás Maduro, quien se mantiene en el poder gracias al apoyo del Alto Mando Militar y los grupos colectivos que aterrorizan a los ciudadanos opositores, estaría torpedeando la ayuda internacional no solo políticamente, sino con un supuesto plan para “robarla” cuando esta llegue al país y luego distribuirla través de los Comités de Abastecimiento Local (Clap), denunció este lunes 4 de febrero, Juan Gerardo Guaidó Márquez.
“Recibimos la información, del círculo cercano del alto mando, que ya no están evaluando si dejarla entrar o no, sino cómo nos la roban”, expresó en rueda de prensa. “Van a secuestrarla para distribuirla a través de los Clap”, acotó el también diputado y presidente de la Asamblea Nacional. Ante esta posibilidad llamó a los venezolanos a una gran movilización para resguardar la ayuda humanitaria aunque no precisó fecha.
“Hoy le decimos a la FAN que decida apoyar la llegada de la ayuda que también van a tener ese resguardo del pueblo”, dijo Juan Guaidó. “El momento es ahora soldado de la patria. ¿Le vas a negar la ayuda humanitaria, inclusive a tu mamá? Si tienes dudas pregúntale a tu familia qué es lo correcto”, insistió en su llamado.
Esta no sería la primera vez que el gobierno de Maduro decomisa una ayuda humanitaria. En noviembre de 2016 el SENIAT confiscó un lote de medicinas y suplementos alimenticios para aliviar la crisis enviado por Cáritas de Chile a su par venezolana. “Hoy el gobierno de Nicolás Maduro se roba la ayuda humanitaria”, denunció en su momento el diputado José Manuel Olivares, publicó Aleteia.
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No crear falsas expectativas
Este lunes 4 de febrero, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), junto a la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos y el Consejo Nacional de Laicos (CNL), también exigieron el ingreso de la ayuda internacional. Janeth Márquez, directora de Caritas Venezuela, explicó en la sede del Episcopado, que varias “organizaciones de acción social han solicitado a las autoridades competentes permitir el ingreso de dicha ayuda”. Sin embargo, agregó: “No ha habido respuesta”.
La socióloga apuntó que de acuerdo con lo informado por la Asamblea Nacional, “llegarán insumos quirúrgicos y medicamentos terapéuticos para niños desnutridos”. Pero añadió: “es importante que la población sepa que esto no cubrirá toda la necesidad de la gente, para que no se creen expectativas al respecto de la ayuda humanitaria”.
En un comunicado entregado a Aleteia, la experta recalcó que la ayuda humanitaria no resuelve los problemas del país. “Solo mitiga los impactos sobre la gente más pobre: en riesgo alto de morir y sufrimiento masivo”. “La ayuda –insiste Márquez- “está destinada a los más vulnerables que no tienen medios para afrontar la situación”.
Igualmente explicó que la ayuda humanitaria se guía por protocolos aceptados internacionalmente para dar respuestas a situaciones de crisis muy graves. “En este sentido no atiende a intereses políticos, sino al bien del pueblo más vulnerable cuando un país no cuenta con los recursos para hacerlo”, indicó la experta.
Anunció que ante la posibilidad de que Cáritas participe en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria de esta emergencia que se vive en Venezuela, se regirá por los principios internacionalmente reconocidos: “humanidad, independencia y honestidad en el trabajo de acompañamiento y auxilio a los más afectados”. Cáritas “se sumaría a la ayuda humanitaria en esta crisis solo si se trabaja con los mecanismos apropiados”.
Jornada Mundial por los Enfermos
Monseñor José Trinidad Fernández, solicitó en nombre de la CEV, la CONVER y el CNL, “sean concedidos los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”. El secretario general de la CEV comprometió a Cáritas y otras instituciones de promoción social de la Iglesia católica con alcance en todo el territorio nacional, “a continuar el servicio que venimos realizando con equidad, inclusión, transparencia y efectividad”.
El comunicado de la iglesia concluye con una invitación a participar en la Eucaristía del domingo 10 de febrero, antesala de la jornada mundial por los enfermos. La intención es “orar en todos los templos, en nuestras casas y comunidades, pidiéndole al Señor nos conceda la paz, la reconciliación, la libertad y la salud espiritual y corporal”.
En esta fecha el escenario estuvo enmarcado por el reconocimiento de Juan Guaidó como “presidente interino de Venezuela” por parte de 19 países europeos, una vez cumplido el plazo de ocho días que le dieron a Maduro para convocar elecciones libres y democráticas en el país. Pero la medida política no llegó al mismo tiempo de la social. Muchos enfermos fallecieron y otros miles siguen postrados y moribundos en sus hogares y en los hospitales, impedidos de recibir la atención sanitaria adecuada.
Las imágenes del hambre que se sufre en Venezuela hablan por sí solas: