Viaje Apostólico a Panamá [23-28 gennaio 2019], Francisco exhortó para que “no se pierda en nuestra Iglesia la compasión y no se pierda en nuestro obispo, la centralidad de la compasión”.El papa Francisco habló sobre la centralidad de la compasión: “uno de los grandes distintivos que como Iglesia podemos ofrecer a nuestros hermanos”. Lo dijo este jueves 24 de enero de 2019, durante el encuentro con los Obispos Centroamericanos en la Iglesia de San Francisco de Asís, en Ciudad de Panamá, con motivo de la visita pastoral en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud.
“Me preocupa cómo la compasión ha perdido centralidad en la Iglesia, incluso en los grupos católicos, o se está perdiendo, para no ser tan pesimista, incluso en los medios de comunicación católicos, la compasión no está: el cisma, la condena, el ensañamiento, la valoración de sí mismos, la denuncia de la herejía. No se pierda en nuestra Iglesia la compasión y no se pierda en nuestro obispo, la centralidad de la compasión”.
El Papa explicó que el “resultado del trabajo pastoral, la evangelización en la Iglesia y la misión no se basa en la riqueza de los medios y recursos materiales, ni en la cantidad de eventos o actividades que realicemos sino en la centralidad de la compasión: uno de los grandes distintivos que como Iglesia podemos ofrecer a nuestros hermanos”.
Tras el encuentro con la autoridad, con el Cuerpo Diplomático y con representantes de la Sociedad en Palacio Bolívar, el Pontífice pronunció un discurso amplio dirigido a los obispos de la región para llamarlos a seguir el ejemplo de Cristo, en el vaciamiento de la propia voluntad para llegar a ser completamente receptivos a la voluntad de Dios.
En medio de la tormenta que enfrenta la barca de Pedro debido a la crisis de abusos de poder, de conciencia y sexuales, a la espera de una cumbre mundial anti abusos en el Vaticano (21-25 de febrero), Francisco instó a los obispos a “sentir como la Iglesia” y ha puesto como modelo de vida cristiana-pastoral a San Óscar Romero, quien murió mientras celebraba la misa asesinado por los escuadrones de la muerte en El Salvador y a quien canonizó recientemente en el contexto del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes.
En más de una ocasión ha señalado, Romero fue martirizado dos veces, calumniado , maltratado, por las murmuraciones en su contra. “Su vida y enseñanza son fuente constante de inspiración para nuestras Iglesias y, de modo particular, para nosotros obispos. Él también fue “mala palabra, sospechado, excomulgado, en los cuchicheos privados de tantos obispos”, denunció el Papa.
“Sentir con la Iglesia”. Sé que entre nosotros hay personas que lo conocieron de primera mano —como el cardenal Rosa Chávez— de quien, el cardenal (Antonio) Quarracino (1923-1998) me dijo era candidato a premio Nobel de fidelidad”, dijo entre los aplausos. Así que, su Eminencia, si “considera que me equivoco con alguna apreciación me puede corregir”, añadió.
“El lema que escogió (Romero) para su escudo episcopal y que preside su lápida expresa de manera clara su principio inspirador y lo que fue su vida de pastor: “Sentir con la Iglesia”. Brújula que marcó su vida en fidelidad, incluso en los momentos más turbulentos”.
Francisco habló de la “kénosis de Cristo” que implica “abandonar la virtualidad de la existencia y de los discursos para escuchar el ruido y la cantinela de gente real que nos desafía a crear lazos. Y permítanme decirlo: las redes sirven para crear vínculos pero no raíces”.
Entretanto, indicó, “el martirio no es sinónimo de pusilanimidad o de la actitud de alguien que no ama la vida y no sabe reconocer el valor que esta tiene”.
Por otro lado, el Obispo de Roma, instó a sus hermanos centroamericanos a no abandonar los sueños de los jóvenes y sus inquietudes. “Esta Jornada Mundial de la Juventud es una oportunidad única para salir al encuentro y acercarse aún más a la realidad de nuestros jóvenes, llena de esperanzas y deseos, pero también hondamente marcada por tantas heridas”.
Asimismo, insistió en promover “programas y centros educativos que sepan acompañar, sostener y potenciar a sus jóvenes; “róbenselos” a la calle antes de que sea la cultura de muerte la que, “vendiéndoles humo” y mágicas soluciones se apodere y aproveche de su imaginación”.
Y – aconsejó – háganlo no con paternalismo, de arriba a abajo, porque eso no es lo que el Señor nos pide, sino como padres, como hermanos a hermanos”. Los jóvenes, expresó, “son rostro de Cristo para nosotros y a Cristo no podemos llegar de arriba a abajo, sino de abajo a arriba”. Lo dijo al citar a San Óscar Romero (Homilía, 2 septiembre 1979).
El Papa señaló que los problemas que enfrentan los jóvenes en el mundo es porque muchas veces es porque les falta ser acogidos maternalmente.
“Son muchos los jóvenes – explicó- que dolorosamente han sido seducidos con respuestas inmediatas que hipotecan la vida: violencia doméstica, feminicidios —qué plaga que vive nuestro continente en este sentido—, bandas armadas y criminales, tráfico de droga, explotación sexual de menores y de no tan menores, etc.”.
Entretanto, señaló que “duele constatar que en la raíz de muchas de estas situaciones se encuentra una experiencia de orfandad fruto de una cultura y una sociedad que se fue “desmadrando”. ¡Sin madre!”.
Denunció también el “funcionalismo y clericalismo eclesial — tan tristemente extendido, que representa una caricatura y una perversión del ministerio— empieza a medirse por estas preguntas”.
El Papa insiste para que los obispos dejen de seguir sus propios intereses y poder para imitar a Cristo en también en la pobreza. “Una Iglesia que no quiere que su fuerza esté —como decía Mons. Romero— en el apoyo de los poderosos o de la política, sino que se desprende con nobleza para caminar únicamente tomada de los brazos del crucificado, que es su verdadera fortaleza”.
“Y esto- continuó- se traduce en signos concretos y evidentes, esto nos cuestiona e impulsa a un examen de conciencia sobre nuestras opciones y prioridades en el uso de los recursos, influencias y posicionamientos”.
“Hermanos, sentir con la Iglesia es sentir con el pueblo fiel, el pueblo sufriente y esperanzador de Dios”. Y los invitó a acoger a la pobreza que es madre y muro de la vida religiosa “porque custodia nuestro corazón para que no se deslice en concesiones y compromisos que debilitan la libertad y parresía a la que el Señor nos llama”.
Después del encuentro (11:15 h) con los Obispos Centroamericanos, en Papa participará en la tarde, (17:30 h) en la ceremonia de acogida y apertura de la Jornada Mundial de la Juventud en el Campo Santa María la Antigua – Cinta Costera.