La última película de Alfonso Cuaron sitúa a México en el centro del huracán en un relato tan hermoso como humano repleto de detalles y de buenos sentimientos sobre una joven sirvienta mexicana de origen indígenaRoma es la última película del mexicano Alfonso Cuaron, ganador del Oscar al mejor director por Gravity. Ahora bien, que a nadie le engañe su título. El film de Cuaron no se centra en la capital italiana sino en un barrio mexicano del mismo nombre en el que el director pasó buena parte de su infancia. De hecho, Roma es eso, un nostálgico recuerdo (en blanco y negro) de la Roma que Cuaron recuerda cuando era niño en la que las mujeres ocupan un lugar muy especial.
La crítica y el público, casi al mismo tiempo, han reconocido que Roma es un peliculón. Parece que hay pocas pegas que sacarle. Y de hecho, si uno la contempla en las condiciones adecuadas (es preferible contemplarla que verla) enseguida se podrá apreciar que a pesar de sus reducidas situaciones y de sus escasos giros de guión, el film de Cuaron termina teniendo algo de hipnótico.
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Sus imágenes son tan bellas y tan cuidadas que llegado cierto momento uno se pregunta dónde está el truco. En efecto, como siempre en el cine, hay truco. Roma es probablemente uno de los mejores ejemplos de adhesión de efectos especiales a un largometraje porque están tan bien insertados que casi no se notan. Planos secuencia trucados hasta el delirio, fondos generados por ordenador y falsas perspectivas de la ciudad de México confieren a la película de Cuaron cierto tono pictórico.
A veces da la sensación de que uno está contemplando un cuadro antes que una película. De hecho, es preferible que uno vaya a ver la cinta de Cuaron con la predisposición de que va a contemplar un cuadro en vez de ponerse delante de Roma pensando que va a ver una historia con principio, nudo y desenlace.
Es más, sus imágenes están tan cuidadas que contrastan poderosamente con sus personajes, humildes y frágiles, desprovistos de más recursos que ellos mismos y una familia a la que aferrarse. En Roma, la actriz de origen mixteca (una etnia minoritaria en México) Yalitza Aparicio interpreta a Cleo, una joven sirvienta en una casa del barrio de Roma. Allí, Cleo convivirá con una familia numerosa con un padre descarriado tanto, como el que se hace pasar por su novio.
Pero en realidad, lo que nos cuenta Roma es lo de menos. Lo mejor de la película es contemplarla, observarla. El film está lleno de momentos hermosos y emotivos en situaciones cotidianas. Es como si Cuaron nos dijera, “recordar el día a día porque visto desde la distancia, también es hermoso”.
En la película de Cuaron la protagonista absoluta es Cleo y lo es desde los ojos de un niño (el propio Cuaron) que parece situar su cámara siempre en el centro de las casas, desde una perspectiva baja, como la de un niño, que observa lo que sucede a su alrededor aunque a veces sin entender demasiado lo qué ocurre.
Lo interesante de todo esto es que al final, el aparataje técnico de Roma aunque esté encubierto y aunque tenga algo de exhibicionismo en el fondo está al servicio de una historia, pero sobre todo de un contexto pensado para un personaje. El bullicio de las calles principales de México y el episodio dedicado a la masacre del Corpus Christi en el fondo están destinados a comprender mejor a Cleo. Una joven mixteca en un país en el que como el propio Cuaron afirma, todavía hay muchas diferencias raciales entre los que tienen rasgos indígenas y lo de apariencia más caucásica.
Cleo, es por esto la miga más pequeña de un hermoso cuadro perfectamente delimitado para comprenderla. Y todo, para entender que pese a su insignificante existencia para muchos, Cleo es un ser humano que sufre y que tiene sus propios conflictos. Algo que el propio Cuaron también terminó entendiendo de la chica que cuidaba de él cuando era niño, Libo.
Ficha Técnica
Título original: Roma (2018)
País: México
Dirección y guión: Alfonso Cuarón
Reparto: Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Marco Graf, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Daniela Demesa, Nancy García García, Verónica García, Latin Lover, Enoc Leaño, Clementina Guadarrama, Andy Cortés, Fernando Grediaga, Jorge Antonio Guerrero