Más del 80% de los medicamentos desaparecieron de los anaqueles en tierras venezolanos. Eso implica “sentencia de muerte” para una población pobre que para sobrevivir debe pagar precios inalcanzables en moneda extranjera
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Venezuela registra los principales marcadores de sarampión, difteria y malaria en todo el continente americano, lo que coincide con las proyecciones que derivan del último boletín epidemiológico publicado (en 2016, previo a censura epidemiológica) y con los informes 2018 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La nación sudamericana afronta las peores cifras de su historia en materia de salud. Datos e índices que no entiende María Rivas, quien sin embargo depende de un tratamiento para hipertensión imposible de conseguir con el actual salario mínimo, aunque se tase en “petros”, dólares, o los recién estrenados “bolívares soberanos”.
¡Se multiplican por miles! Pero no los bolívares, sino los mensajes, que se hacen virales en minutos. En todos piden ayuda. Hay quienes lo requieren gratis, mientras que otros dicen estar dispuestos a pagar “lo que sea”. Unos más conmovedores que otros, coinciden en su mensaje de auxilio para pedir una medicina.
Y es que en Venezuela, 8 de cada 10 medicamentos no se consiguen, de acuerdo con reporte de la organización no gubernamental Convite, cuyo director conversó con Aleteia, a propósito de la crisis humanitaria compleja que se sufre en la nación sudamericana.
La escasez de medicinas que atenta contra el derecho a la salud afecta sin distinción a desconocidos, artistas, políticos, religiosos, ateos; blancos, negros; jóvenes, ancianos; pobres y ricos, si bien los más adinerados pueden obtener los tratamientos desde Colombia tras el desembolso de grandes sumas de dinero.
En la web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún está en línea el informe en cual se admite que “la escasez de medicamentos es un problema mundial complejo”. Sin embargo, en la práctica, las acciones para mitigarlas parecen inexistentes o sin resultados palpables, de acuerdo con los miles de testimonios que se multiplican casi tan rápido como las enfermedades en el país.
La escasez de medicamentos en Venezuela supera el 85%, en promedio, aunque varía según la ciudad y el nivel de morbilidad, según explicó a Aleteia, Luis Cabezas, director de la ONG Convite, que se especializa en medir ese indicador.
“Hacemos levantamiento de campo, con visitas a las farmacias en cinco ciudades del país”, indica al señalar la forma de medición que permite dar la cifra, la cual es revisada cada mes por la institución y se envía a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano de donde han emanado medidas especiales de atención.
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Aumentan muertes prevenibles
A lo largo de un año de emergencia humanitaria compleja, en Venezuela el mes durante el cual hubo menos escasez de medicamentos fue julio de 2018, cuando se reportó la falta del 82,2% de las medicinas requeridas. Aunque elevada, la cifra es ligeramente inferior al índice de 91,6% que se registró en enero del mismo año.
Las ausencias causan miles de muertes, pero no por eso menos silenciosas, pues sólo en el primer semestre de 2018 “se documentaron 583 protestas para exigir el derecho a la salud”.
A este panorama se suma la migración de médicos: al menos 15.000 en fechas recientes, y galenos con especialidades, “lo que supone grandes riesgos porque la oferta es cada vez más reducida, sobre todo en los hospitales de la provincia, donde la situación es dramática”.
“Hay áreas que están prácticamente clausuradas debido a la falta de médicos. El tema de pediatría (encargado de niños) es una de las áreas más sensibles”, agregó Luis Cabezas.
En el caso de los postgrados, dijo, “cada vez es menor el número de personas que ingresan, lo que representa un retroceso importante sobre todo en cuanto a la formación de nuestros galenos”.
Estimó que ello “evidencia cómo estamos en situación de riesgo” y dijo que “la respuesta del Gobierno ha sido hacer frente con médicos integrales comunitarios, sobre los cuales pesan severas sobre su competencia, credenciales y formación”.
Pacientes crónicos y renales
Consultado con respecto a las causas de las muerte, Cabezas dijo que “las principales morbilidades son por: diarreas, infecciones respiratorias agudas, diabetes, hipertensión”, mientras que entre los grandes afectados se incluye a “pacientes crónicos y personas con padecimientos renales”.
Estimó que ahora hay “mayor deterioro en la prestación de servicios, porque se suma a la ausencia de insumos y de personal médico: las fallas de electricidad y la ausencia de agua en los establecimientos sanitarios”.
Agregó que “repentinamente han comenzado a aparecer algunas medicinas. Pero a muy alto costo. Sobre todo medicamentos para hipertensión arterial que algunas farmacias han comenzado a vender dolarizado”.
En la más reciente infografía confeccionada por el equipo se presentan cifras del drama de la salud en Venezuela.
Junto a ella un mensaje muy claro: “Está inspirada en un tsunami, porque así vemos el deterioro de nuestro sistema de salud: han sido oleadas de daño. Y desde el Gobierno no se hizo nada para mitigar el dolor que se está causando a las personas. Vivimos actualmente una #EmergenciaHumanitariaCompleja”.
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