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Una mamá escribe a su hijo sobre su hermana con necesidades especiales

En la primera adopción llegaron dos hermanitos (imagen ilustrativa).

Theresa Civantos Barber - publicado el 01/10/18

La experiencia de tener un hermano con discapacidad puede ser muy enriquecedora y ayudarle a madurarCriar a un niño con necesidades especiales conlleva bendiciones y desafíos. Una preocupación común para muchos padres es cómo se verán afectados sus otros hijos. ¿Estarán recibiendo los hermanos suficiente atención? ¿Cómo les afectará el diagnóstico de su hermano?

Colleen Wildenhaus es maestra y madre de su hija “J”, de 13 años, que padece ansiedad grave y TOC, y de su hijo “R”, de 10 años. Colleen cuenta en su blog, Goodbye Anxiety, Hello Joy, la historia de su familia y ofrece recursos para ayudar a otras familias.

Recientemente compartió una carta abierta a su hijo que ha llamado la atención por detallar cómo el diagnóstico de las necesidades especiales de su hija ha ayudado a moldear para mejor el carácter de su otro hijo.

Como muchos padres de niños con necesidades especiales, Colleen admite en su carta que se siente culpable por las “injusticias” con las que su hijo tiene que lidiar debido a las diferentes necesidades de su hermana. “A menudo, no es cómodo quedarse en un segundo plano mientras nos abrimos camino por el mundo de apoyar las necesidades de J”, escribe. “Vivo en un constante estado de culpa preguntándome por tu percepción de lo que sucede cada día”.

Aun con todo, la madre expresa su admiración por la comprensión y la ecuanimidad de su hijo ante situaciones que a veces son difíciles: “Te comprometes voluntariamente y adaptas tus deseos y necesidades sabiendo que J será más feliz gracias a ello. Rara vez te quejas por los cambios de planes o por las decisiones aparentemente injustas que tu padre y yo hemos tomado. A menudo resistes el embate de los arrebatos y la actitud de J. Estos momentos que ocurren con demasiada frecuencia en tu joven vida no son justos, pero son nuestra realidad”.

Son esta madurez y la aceptación voluntaria de las necesidades de su hermana lo que hacen que Colleen Wildenhaus se sienta tan orgullosa de su hijo. Vivir con su hermana y aprender a acomodarse a sus diferentes necesidades le han dado a R mucha más comprensión y consciencia emocional de lo que cabría esperar de su edad.

“Sé que te estás convirtiendo en un joven más compasivo y consciente”, escribe Wildenhaus. “Ves las realidades de la vida en vez de una mera imagen. Ves que el trabajo duro puede producir resultados positivos. Eres testigo de una expresión emocional honesta y aprendes que está bien recurrir a los demás para pedir ayuda. Estos momentos están configurando tu personalidad”.

La señora Wildenhaus no es la única persona que se ha percatado de la excepcional empatía de su hijo. El niño ha aprendido en casa a ser compasivo, y ahora, conforme crece, está aplicando esa misma habilidad con otros niños y amigos en la escuela.

“A estas alturas ya has defendido a niños de los que se han burlado en la escuela”, escribe Wildenhaus. “Te han votado ‘Pizza de la Clase’… A todos les gusta la pizza y tú eres el niño que gusta a todo el mundo. Te interesas por cómo le ha ido el día a tu hermana antes de hablar de ti mismo. Juntas, estas cualidades crearán un hombre que será un esposo, un padre y un amigo emocionalmente implicado. Te sentirás cómodo ofreciendo compasión y bondad a los necesitados, conociendo la valía de ello en lugar de verlo como una debilidad”.

Las investigaciones han demostrado que las “habilidades blandas” de la empatía y la consciencia emocional son las más valiosas para la felicidad y el éxito a largo plazo de un niño. ¿Qué padres no querrían que sus hijos destacaran en estas áreas?

La carta abierta de Colleen Wildenhaus deja claro que el diagnóstico de necesidades especiales de su hija ha sido una fuente de crecimiento y fortaleza para su hijo, dándole una especie de “superpoder” para aceptar y entender a otras personas.

Esperamos que otros padres de niños con necesidades especiales puedan encontrar consuelo y apoyo en las poderosas palabras de esta madre, para que ellos también puedan sentirse seguros de que sus otros hijos se beneficiarán, como R, de la experiencia de crecer con un hermano con necesidades especiales.

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