9 reflexiones del pontífice sobre la preparación al matrimonio y la pastoral para los novios: “El matrimonio no es solo un evento “social”, sino un verdadero sacramento que implica una preparación adecuada y una celebración consciente”El papa Francisco exhortó a que las parroquias tengan una mayor atención por las parejas que conviven para darles “testimonio de la belleza del matrimonio”, dijo el papa Francisco este jueves 28 de septiembre de 2018 en la basílica de San Juan de Letrán.
El Papa insiste en seguir trabajando en un compromiso auténtico en el anuncio del Evangelio de la familia. “Espero que el horizonte de la pastoral familiar diocesana sea cada vez más amplio, asumiendo el estilo propio del Evangelio, encontrando y acogiendo incluso a aquellos jóvenes que deciden convivir sin casarse”.
“¡Es necesario – continuó – darles testimonio de la belleza del matrimonio! Que el Espíritu Santo les ayude a ser operadores de paz y consuelo, especialmente para las personas más frágiles y necesitadas de apoyo y atención pastoral”.
Francisco ha recibido en audiencia a los participantes en el Curso de formación organizado por la diócesis de Roma y el Tribunal de la Rota Romana, sobre “Matrimonio y Familia”, que ha tenido lugar en la romana Basílica de Letrán, del 24 al 26 de septiembre de 2018 y en el que han participado párrocos, diáconos permanentes, cónyuges y pastores.
El Papa reiteró “la necesidad de un catecumenado permanente para el Sacramento del Matrimonio que atañe a su preparación, celebración y a los primeros tiempos sucesivos. Es un camino compartido entre sacerdotes, operadores pastorales y esposos cristianos”.
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En este sentido, invitó a que los esposos formen a los novios y les acompañen en sus primeras pruebas. Entretanto, pidió no dejar solas a las parejas que han dicho ‘sí’ en el altar, ayudarlas, acompañarlas. Al mismo tiempo, reafirmó la indisolubilidad del vinculo y del esperanzador sacrificio por amor que hay detrás.
En el marco de la exhortación apostólica Amoris laetitia, el papa Francisco remarcó “la urgente necesidad de un camino serio de preparación para el matrimonio cristiano, que no se reduzca a unos pocos encuentros”.
Las claves y los consejos del Papa Francisco (Ver Galería)
1. Matrimonio no es una fiesta cualquiera, sino un sacramento
El Papa vuelve a insistir en la preparación de las parejas: “El matrimonio no es solo un evento “social”, sino un verdadero sacramento que implica una preparación adecuada y una celebración consciente. El vínculo matrimonial, en efecto, requiere un decidido compromiso por parte de los novios, que se centra en la voluntad de construir juntos algo que nunca debe ser traicionado o abandonado”.
2. Parejas casadas que acompañen a los novios
Papa Francisco invitó a seguir desarrollando iniciativas para “el acompañamiento de los novios al matrimonio. “Es importante ofrecer a las parejas la oportunidad de participar en seminarios y retiros de oración, que incluyan como animadores, además de sacerdotes, parejas casadas con una experiencia familiar consolidada y expertos en las disciplinas psicológicas”.
3. Acompañar a los recién casados después de la boda
El Pontífice reveló como la raíz de los problemas en los fracasos matrimoniales es “una inmadurez oculta y remota que emerge de improviso”, pero, sobre todo “la debilidad de la fe cristiana y en la falta de acompañamiento eclesial, en la soledad, en la que se deja a los recién casados después de la celebración de la boda”.
4. Entender la entrega y el sacrificio por amor
Exhortó acompañar a los esposos apenas casados en la cotidianidad de la vida en pareja “que llama a los cónyuges a crecer en un camino de entrega y sacrificio, algunos se dan cuenta de que no habían entendido plenamente lo que iban a comenzar”.
El Papa insiste en la indisolubilidad del vínculo. Por eso insiste en ayudar a los esposos que se pueden sentir “inadecuados, especialmente si se confrontan con el alcance y el valor del matrimonio cristiano, por cuanto se refiere a las implicaciones concretas relacionadas con la indisolubilidad del vínculo, la apertura para transmitir el don de la vida y la fidelidad”.
5. La necesidad de un catecumenado permanente
El Obispo de Roma exhortó a los párrocos para que acompañen a los jóvenes que desean formar una nueva familia y casarse con el sacramento del matrimonio.
“El acompañamiento del ministro ordenado ayudará a los futuros esposos a comprender que el matrimonio entre un hombre y una mujer es un signo de los esponsales entre Cristo y la Iglesia, haciéndolos conscientes del profundo significado del paso que están a punto de dar. Cuanto más profundo y extendido en el tiempo sea el camino de preparación, más aprenderán las parejas jóvenes a corresponder a la gracia y la fuerza de Dios y también desarrollarán los “anticuerpos” para hacer frente a los inevitables momentos de dificultad y fatiga de la vida conyugal y familiar”.
6. Cursos de preparación para el matrimonio
Para Francisco es esencial “reanudar la catequesis de la iniciación cristiana a la fe”. Es decir, mejorar los cursos de preparación para los novios antes del matrimonio. Pues, “en la mayoría de los casos, el mensaje cristiano debe ser redescubierto por aquellos que se han quedado con alguna noción elemental del catecismo de la Primera Comunión y, si todo va bien, de la Confirmación”.
“La experiencia demuestra – continuó – que el tiempo de preparación para el matrimonio es un tiempo de gracia, en el que la pareja está particularmente abierta a escuchar el Evangelio, a recibir a Jesús como maestro de vida. A través de una actitud sincera de acogida de las parejas, de un lenguaje adecuado y una presentación clara de los contenidos, es posible activar dinámicas que superen lagunas muy difusas hoy en día: sea la carencia de formación catequética que la falta de un sentido filial de la Iglesia, la cual también forma parte de los fundamentos del matrimonio cristiano”.
7. Acompañar durante los primeros años de vida conyugal
“El cuidado pastoral es mucho más eficaz cuando el acompañamiento no termina con la celebración de la boda, sino que “escolta” al menos durante los primeros años de la vida conyugal”.
Francisco propone “coloquios con la pareja y con la comunidad, se trata de ayudar a los cónyuges jóvenes a adquirir las herramientas y los apoyos para vivir su vocación. Y esto solo puede suceder a través de un camino de crecimiento en la fe de las parejas mismas”.
“La fragilidad que, bajo este perfil, se encuentra a menudo en los jóvenes que se acercan al matrimonio hace que sea necesario acompañar su camino más allá de la celebración de la boda. Y esto, -nos dice otra vez la experiencia-, es una alegría para ellos y para quienes los acompañan. Es una experiencia de alegre maternidad, cuando los recién casados son objeto de los cuidados solícitos de la Iglesia que, siguiendo los pasos de su Maestro, es una madre atenta que no abandona, no descarta, sino que se acerca con ternura, abraza y alienta”.
8. ¿Qué hacer con la crisis de los cónyuges?
“Con respecto a aquellos cónyuges que experimentan serios problemas en su relación y se encuentran en crisis, es necesario ayudarlos a reavivar la fe y redescubrir la gracia del sacramento y, en algunos casos, – que deben ser evaluados con rectitud y libertad interior- dar las indicaciones apropiadas para emprender un proceso de nulidad”, expresó.
“Los que se han dado cuenta de que su unión no es un verdadero matrimonio sacramental y quieren salir de esta situación, pueden encontrar en los obispos, sacerdotes y operadores pastorales el apoyo necesario, que se expresa no solo en la comunicación de las normas jurídicas, sino ante todo en una actitud de escucha y comprensión”.
9. Proceso de matrimonial para los pobres
En este sentido, el Papa plantea que “la normativa sobre el nuevo proceso matrimonial “debe ser aplicado de manera concreta e indiscriminada por todos, en todos los niveles eclesiales, ¡porque su razón última es la salus animarum!”.
Según el Papa, el nuevo proceso matrimonial se plantea para “confortar la paz de las conciencias, especialmente de los más pobres y alejados de nuestras comunidades eclesiales”.