La operación quirúrgica fue para ella “la competición más importante y difícil de mi vida”
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Catalina Corró es una campeona, con todas las letras. Hubo muchos aplausos en los Juegos del Mediterráneo celebrados recientemente en Tarragona (España), pero sin duda para esta joven de 23 años tuvieron un eco especial.
Catalina subió a recoger la Medalla de Oro en la prueba de 400 metros estilos (de la que era favorita Mireia Belmonte) después de haber experimentado el cáncer en su propio cuerpo.
En marzo de 2017, hace ahora año y medio, le tuvo que ser extirpado un tumor de 4 centímetros en el cerebro. Antes tenía dolor de cabeza y cada semana sufría dos o tres ataques epilépticos. Estuvo de baja tres meses y volvió a la carga.
El tiempo de recuperación para pasar de cero a cien ha sido récord. Y sin duda en ello ha tenido mucho que ver el ánimo de la joven.
Catalina es valiente y alegre. Nació en Inca (Islas Baleares) el 14 de abril de 1995. Pertenece al Club Bidasoa XXI, del País Vasco, pero entrena en el Centro de Alto Redimiento de Sant Cugat, en Barcelona. Esto da idea de los periplos que ha tenido que realizar siempre para alcanzar su sueño.
Una gran lección de paciencia
Son muchas las lecciones que extrae de estos últimos meses, pero una de ellas es la paciencia: “Tienes que tener paciencia contigo misma, luchar y ser consciente de que a la primera no todo va a salir como antes. He tenido a mi familia y a mis entrenadores que me han dado el apoyo que iba necesitando, como los amigos y mi novio”.
Ahora Catalina está de vacaciones en su tierra, contenta, relajada y con ganas de volver a los entrenamientos para el próximo reto.
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