separateurCreated with Sketch.

En Boston no va a volver a suceder otro escándalo como el del 2002

O´MALLEY
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Jaime Septién - publicado el 15/08/18
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

“Las acusaciones hechas esta semana son una fuente de gran preocupación para mí como arzobispo de Boston”, escribe el cardenal O’Malley

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

En su 24º año de pontificado, San Juan Pablo II, minado por los achaques y tras haber pedido perdón por los pecados de los hijos de la Iglesia en el Jubileo del Año 2000, tuvo que enfrentar otra durísima realidad.

Ese año de 2002 quedará grabado en el corazón de la Iglesia católica de Estados Unidos –y de la Iglesia universal—como el año en que estalló la crisis de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Y el terremoto devastador tuvo su epicentro en la arquidiócesis de Boston.

Gobernada entonces por el cardenal Bernard Francis Law (1931-2017), la crisis estalló, justamente, por el encubrimiento de sacerdotes que habían cometido crímenes de pederastia. Law tuvo que dimitir y fue trasladado a Roma, para evitar ser enjuiciado por tribunales locales.

Sin embargo, el mundo conoció la investigación del caso, misma que fue realizada por periodistas del The Boston Globe quienes ganaron un Premio Pulitzer por ello, y luego la historia fue llevada al cine en la película Spotlight, ganadora del Oscar en 2016.

Acciones contrarias a la formación sacerdotal

Por lo demás, la arquidiócesis de Boston no es hoy, ni remotamente, la misma que hace 16 años. La gobierna ahora el arzobispo y cardenal Sean O’Malley, un hombre muy cercano al Papa Francisco y su principal asesor y colaborador en la dirección de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. O’Malley ha dicho, fuerte y bajo, que no va a repetir lo que su antecesor hizo.

Por ello, ha pedido al rector del principal seminario arquidiocesano de Boston, el seminario de San Juan, que tome un año sabático de inmediato, mientras se realiza una investigación de las acusaciones hechas en las redes sociales sobre actividades realizadas en el seminario que fueron calificadas como acciones “directamente contrarias a los estándares morales y requisitos de formación para el sacerdocio católico”.

“En este momento, no puedo verificar ni refutar estas acusaciones”, dijo el cardenal O’Malley, en un comunicado enviado a los medios de comunicación por correo electrónico. Tampoco aclaró de qué específicamente, se tratan las acusaciones.

En una declaración dada a conocer por la arquidiócesis, O’Malley dijo que el padre Stephen Salocks, profesor de Sagrada Escritura, servirá como rector interino en el seminario de San Juan, ya que el padre James Moroney, su rector, se va de año sabático para el semestre de otoño, para que pueda haber una investigación completamente independiente con respecto a estos asuntos”.

Acusaciones y preocupaciones

O’Malley dijo que también ha designado a un grupo “para supervisar una investigación sobre las acusaciones hechas esta semana, la cultura del seminario con respecto a los estándares personales esperados y requeridos de los candidatos al sacerdocio, y cualquier tema del seminario de acoso sexual u otro formas de intimidación o discriminación”.

Dijo que le había pedido al grupo que presentara sus hallazgos lo más pronto posible. “Las acusaciones hechas esta semana son una fuente de gran preocupación para mí como arzobispo de Boston”, escribió. “El ministerio del sacerdocio católico requiere una base de confianza con la gente de la iglesia y la comunidad más amplia a la que sirven nuestros sacerdotes”.

Con la sombra de Law y del reciente escándalo del que fuera cardenal y arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, el cardenal O’Malley aseveró estar decidido a lograr “que todos nuestros seminarios cumplan con ese nivel de confianza y proporcionen la formación necesaria para que los sacerdotes vivan una exigente vocación de servicio en nuestra sociedad contemporánea”.

Ciertamente, tendría que ser la decisión de todos los obispos en el mundo. Pero O’Malley está poniendo el ejemplo. El buen juez, dice el refrán español, por su casa empieza. Y más aún si su casa, como la arquidiócesis de Boston, ha sido tan dañada como la dejó el cardenal Law, que en paz descanse.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.